El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, ha expresado nuevamente su rechazo hacia la reforma laboral que se está discutiendo en el país. A través de su cuenta en la red social X, Uribe expuso varios puntos de la reforma que, según él, no contribuyen a un mejoramiento salarial real para los trabajadores, sino que afectan negativamente al sector empresarial.
Uribe afirmó que mejorar el nivel de ingresos de los trabajadores requiere «normas eficaces, no ideológicas», sugiriendo que las propuestas actuales son contraproducentes. Entre sus propuestas alternativas, mencionó una prima adicional para aquellos sectores que crezcan al 4 %, lo cual, según él, alinearía los intereses de empresarios y trabajadores.
Uno de los principales puntos de crítica es el recargo nocturno, que con la reforma empezaría desde las 7:00 de la noche, lo que implicaría un pago adicional del 35 % para las horas trabajadas entre las 7:00 p.m. y las 6:00 a.m. Uribe destacó que esto deja a Colombia con «11 horas de recargo nocturno» en comparación con otros países competidores que manejan 8 horas, situando al país en el «tope regional» en términos de costos laborales.
También hizo referencia al aumento de los recargos por trabajo en días festivos, señalando que solo Chile tiene un festivo adicional, pero con un recargo menor al de Colombia, donde se aplica un 100 %.
Otra de las observaciones de Uribe fue sobre la ampliación de la licencia de paternidad, que, de aprobarse la reforma, llegaría a 42 días, lo que él consideró como un exceso en comparación con otros países de la región. En sus palabras, esto otorgaría a Colombia el «campeonato» en términos de duración de licencia de paternidad.
El expresidente también se refirió a la eliminación del contrato sindical, un mecanismo que, según él, unía al trabajador y al empleador. Además, mencionó que la reforma afectaría con altos costos laborales al contrato de aprendizaje, lo cual impactaría negativamente a los jóvenes que buscan ingresar al mercado laboral.
Otra de las preocupaciones expuestas por Uribe fue el impacto sobre Bienestar Familiar, sugiriendo que, en lugar de acabar con el programa, se deberían buscar alternativas para apoyar a las madres sustitutas.
Finalmente, Uribe aseveró que la reforma impone «impuestos asfixiantes» en vísperas de una posible crisis energética, y advirtió que otros aspectos del país, como la salud y el ahorro pensional, ya están en una situación crítica. En su mensaje, dejó claro que, bajo su perspectiva, la reforma no beneficia a los trabajadores ni a la economía, y que se requiere un enfoque diferente para mejorar los salarios y la productividad.