Mercedes-Benz presentará a finales de este año a la nueva generación del Clase S, su buque insignia. |
Mercedes-Benz presentará a finales de este año a la nueva generación del Clase S, su buque insignia. Utilizará muchísima tecnología aplicada a la conducción, el lujo, la seguridad y conectividad. Su primer adelanto nos muestra cómo será la interfaz «My MBUX» (Mercedes-Benz User Experience).
En la Clase S, y especialmente en sus mercados principales China y Estados Unidos, los jefes suelen ocupar las plazas traseras. Este es el motivo por el que Mercedes-Benz ha renovado a fondo la parte trasera del habitáculo de su buque insignia. Para ello se han previsto hasta tres visualizadores con pantalla táctil y variadas opciones de manejo intuitivo, como el asistente para el interior MBUX o el asistente de voz «Hey Mercedes».
Junto al método tradicional de introducir un código PIN, un nuevo procedimiento de autenticación asegura un alto nivel de seguridad. Se trata de una combinación de huella dactilar, reconocimiento facial y reconocimiento de voz. Esto permite, al mismo tiempo, abrir las pantallas de ajustes individuales y ejecutar pagos digitales de forma segura desde el vehículo. Un aspecto exclusivo de MBUX es su interconexión en red con una gran diversidad de sistemas y datos de sensores del vehículo. De ese modo, la función de advertencia al salir del vehículo en la Clase S utiliza las cámaras para constatar que uno de los ocupantes desea abandonar el automóvil.
Estos contenidos permiten al conductor percibir mejor el entorno por delante del vehículo y pueden contribuir a reducir las distracciones. La unidad que genera la imagen (DMD, Digital Mirror Device de Texas Instruments) consta de una matriz de alta definición formada por 1,3 millones de espejos individuales y una fuente de alumbrado de alta eficiencia. Esta tecnología es utilizada también en proyectores para cines. Mercedes-Benz la utiliza por primera vez para generar imágenes en el Head-up-Display en la Clase S.
Por su parte, el asistente para el interior MBUX utiliza cámaras en la unidad de mando en el techo y algoritmos de aprendizaje para conocer de forma inteligente los deseos y las intenciones de los ocupantes. Este asistente interpreta la dirección de la cabeza del ocupante, los movimientos de las manos y gestos corporales, y reacciona activando las funciones correspondientes del vehículo. Si el conductor mira hacia la luneta trasera por encima del hombro, el asistente para el interior abre automáticamente la persiana parasol. Si el conductor busca en la oscuridad algo en el asiento del acompañante, el asistente conecta automáticamente la luz. Basta con una mirada a uno de los retrovisores exteriores para poder ajustarlo directamente, sin necesidad de seleccionarlo previamente. También se reconocen movimientos naturales de las manos, y el conductor y los pasajeros pueden abrir el techo corredizo sin necesidad de tocar ningún mando. Con ayuda del gesto de favoritos (colocar la mano con el dedo índice y el dedo corazón formando una V) pueden activarse las funciones deseadas. El conductor y los pasajeros pueden vincular el sistema con sus favoritos personales. Además de aumentar el confort de manejo, el asistente para el interior MBUX contribuye también a aumentar la seguridad. Por ejemplo, puede verificar que se ha sujetado correctamente con el cinturón de seguridad un asiento infantil colocado sobre el asiento del acompañante.
Por un lado, el sistema se adapta al usuario y a su voz y tiene más facilidad que hasta ahora para entender a los hablantes no nativos; por otro, los modelos de software aprenden con el tiempo palabras que se ponen de moda o expresiones que varían y que transmite el servidor. Las respuestas del sistema tampoco son estereotipadas, sino que se utilizan para ello diversas formas de diálogo. Funcionamiento básico del asistente de voz: las entradas de voz se filtran de los ruidos de fondo, se comprimen y se transmiten. Tanto la unidad central de telemática en el vehículo como el servidor evalúan los datos y emiten una respuesta. El sistema decide cuál de las respuestas es la más probable y, al cabo de pocos segundos, emite su respuesta o reacción. De ese modo, el asistente de voz responde también si no existe conexión a Internet.
Video: Mercedes-Benz MyMBUX