América, luto: Víctor Lugo y las enseñanzas de Gabriel Ochoa Uribe | Futbol Colombiano | Liga BetPlay

Fueron muchos los jugadores y entrenadores que al conocer la noticia de la muerte del médico Gabriel Ochoa Uribe han agradecido a través de redes sociales las enseñanzas recibidas en su formación integral y deportiva, en los diferentes pasos por Millonarios, Santa Fe y América de Cali.

Uno de esos futbolistas es Víctor Lugo, desequilibrante puntero izquierdo de las décadas del 70 y 80 que cuando entraba al área era sinónimo de tiro penalti. El segundo gol que le marcó al Unión Magdalena el 19 de diciembre de 1979, consumó la primera estrella del conjunto escarlata en el fútbol colombiano.

En diálogo con FUTBOLRED”, Lugo se mostró consternado con la muerte del técnico antioqueño, con el que ganó 4 títulos (1979, 1982, 1983 y 1984) cuando estuvo en el América: “Una noticia bastante dura, una persona que me sirvió mucho y tenía mucho aprecio por él, duele”.

Sobre lo que recuerda del médico Ochoa señaló que “como técnico fue un padre para uno, porque con su llegada a Cali mejoramos muchas cosas como persona y como jugador, todos esos valores nos sirvieron para ser grandes en la parte integral, ya en general no era el futbolista que jugaba y tomaba trago, sino que tenía alto nivel, por él nosotros nos convertimos en gente de bien, aparte volvió al fútbol como una empresa, ya uno como jugador tenía que rendir para poder estar en una institución”.

En lo futbolístico, reconoce que era un entrenador visionario, que se mantenía actualizado: “era muy observador para analizar todos los detalles, si el jugador era rápido o lento, él se mantenía adelantado a todas esas cosas, cuando te decía algo si uno lo hacía, rendía y salía adelante. Era un observador bien perfeccionado en materia de fútbol para mirar jugadores”.

Ochoa Uribe aprovechó de gran forma la habilidad y rapidez de Lugo para enviarlo al área y crear opciones riesgosas o tiros penaltis, algo que el delantero de Robles tiene claro: “sí, a mí me inculcaba sobre la habilidad para ir allá, él estudiaba la parte débil del contrario y me decía ‘atáquelo por derecha o por izquierda’, y eso salía, porque ya había visto videos. Él estaba adelantado y tenía claro que uno iba a salir victorioso en un enfrentamiento con un rival”.

Lugo agrega que “él miraba las falencias de los contrarios y sabía cómo aprovecharlas en el área. Por ejemplo, que las personas grandes tenían mucha envergadura y cuando daban un paso yo le podía coger dos metros, pero si me les acercaba iba a perder. Por eso me ordenaba sacarlos largo y lógicamente cuando realizaba esa tarea en el partido, ganaba. En las acciones de los penales me decía que les mostrara la pelota y así buscaba la tocada de un pie, de esa forma sacaríamos provecho en una jugada de un tiro penalti, y lógicamente así era. Por eso uno hacía lo que él decía, porque tenía una frase que utilizaba bastante: ‘Cuando usted va, yo ya he venido hace rato’, y con eso lo desarmaba a uno, porque era una persona que en realidad sabía lo que uno podía hacer en el terreno de juego”.

También rememora jugadores con los que evidentemente pudo cumplir esas recomendaciones: “Había unos como (Moisés) Pachón, William Ospina (q.e.p.d.), (Oswaldo) Redondo, González, también algunos del Deportivo Cali, que eran laterales fuertes. Había que tratar de hacer lo que el médico le decía a uno y sacábamos provecho”.

Sin embargo, aduce que la misión no era solo atacar: “A mí en los partidos en vez de decirme, entre y vaya al ataque, primero me mandaba a marcar, eso lo hacía pensar a uno que el fútbol estaba como al revés, pero no, él sabía que uno tenía que defender. Por eso algunos jugadores hoy en día que tienen mucho talento, pero no magia, a veces no funcionan en el fútbol. Todo eso el médico ya lo tenía clarito, porque era una persona que viajaba mucho a Suramérica y Europa, por lo que estaba adelantado a muchas cosas en Colombia. Nosotros éramos muy habilidosos, pero jugábamos en una sola posición y no más. En mi caso, me enseñó a ser polifuncional, a defender y atacar, y uno no tenía problema para jugar por izquierda, por derecha o por el medio, estaba preparado para eso”.

Sobre la ubicación de delanteros en los palos en los tiros de esquina o tiros libres, dijo que “en esa posición de poste salvé muchas opciones de gol del rival y evité que en muchos partidos nos fuéramos perdiendo, había que ir a ayudarle al arquero si los cobros eran muy cerca del área”.
De igual forma, envió un mensaje para la familia Ochoa: “Un fuerte abrazo para ellos, que todo lo tomen con calma, y que el Señor les dé mucha fortaleza, sabemos que es una pérdida muy grande”.

Sobre el pesar no haber podido estar a su lado en la velación y exequias por las restricciones propias de la pandemia, Lugo sostuvo que “es algo que tenemos que aceptar, sabemos los problemas que hay, porque no todos podemos acompañarlos en el sepelio de una gran persona como el médico, lo llevamos en nuestro corazón”.

Marco Antonio Garcés
Corresponsal Futbolred Cali
En twitter: @marquitosgarces

Fuente de la Noticia

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