En la misma semana que estrenó a José Ignacio López como su nuevo presidente, el Centro de Estudios Económicos Anif presentó su primer análisis de cómo va la economía del país y el panorama en el que arranca el 2024, lleno de desafíos, especialmente en materia fiscal.
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Dentro de sus primeras observaciones destaca que no es un secreto para nadie que no solo Colombia, sino todo el mundo, enfrentó un proceso de enfriamiento el año pasado, en el que la coyuntura inflacionaria se tradujo en un escenario de altas tasas de interés, desestimulando el consumo y reduciendo la liquidez de los mercados financieros.
No obstante, resalta que pese al costo asumido en términos de crecimiento, la decisión de los Bancos Centrales de controlar la inflación prevaleció sobre el resto de los indicadores, situación que a nivel local generó una menor demanda y caída en la capacidad de gasto de los hogares, junto con la contracción de los niveles de inversión.
“El 2023 cerrará como un año de crecimiento económico moderado a la baja. El Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 0.3% anual para el tercer trimestre de 2023 y el resultado del Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) en octubre de 2023 (caída de 0.4% anual) muestra la continuación de esta tendencia hacia el último trimestre del año. Con eso, en lo corrido del año a septiembre la economía se ha expandido 1.0%”, dice el reporte.
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Teniendo en cuenta que sectores como la construcción, el comercio, la industria y el turismo, no la están pasando bien, según los reportes del Dane, Anif proyecta que esta mala racha se mantenga para el cuarto trimestre y cierre del 2023, dejando al país con un crecimiento de apenas el 0,8 %.
“Se espera que el Banco de la República continúe la reducción en su tasa de política monetaria, con lo que se busca una mejor dinámica de consumo interno. Con esto, proyectamos un leve incremento del PIB para 2024 que será cercano al 1.1% anual”, agregaron.
Uno de los puntos más llamativos de este análisis tiene que ver con la situación fiscal del país, que según este centro de análisis, deja más dudas que certezas, partiendo de la baja ejecución del presupuesto nacional, que para 2023 llevaba apenas una asignación del 79,4 %; dejando sin usar una quinta parte del dinero avalado para usar.
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“La baja ejecución tiene efectos negativos en distintos frentes. Restringe la liquidez, dado que el Gobierno inyecta recursos a la economía cuando ejecuta su presupuesto e impone dificultades a sectores estratégicos en la lucha contra la pobreza y la desigualdad que persiste”, dijo Anif.
De igual forma, la situación del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) también genera preocupación entre estos expertos, puesto que si bien reconocen que se lograron grandes avances el año pasado, dice que es una “batalla” que sigue vigente para el 2024.
Combustibles
“El Gobierno actualmente negocia con el gremio de transporte de carga y de pasajeros para aumentar el precio de este combustible y continuar cerrando el déficit del FEPC. Sin embargo, esta pelea no será fácil y requiere de mucha voluntad política. De igual forma, el aumento diferenciado de la gasolina ha generado incertidumbre, dado que el Gobierno no ha dado cuenta sobre el costo fiscal en el que ha incurrido e incurrirá con los subsidios a los taxistas”, indicaron.
Por último, en este informe sobre la situación fiscal del país, Anif dice que el Presupuesto General de la Nación para 2024, que se aprobó en 502,6 billones de pesos, y representa un incremento del 19% respecto al inmediatamente anterior, “representa un esfuerzo fiscal enorme para el país, pues en el PGN se contemplan fuentes de financiamiento inciertas y no estructurales, como los litigios de la Dian, que el Gobierno espera que recauden 15 billones de pesos”.
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“Ahora, el fallo de la corte constitucional en el cual se declara inexequible la no deducibilidad de las regalías a las actividades petroleras del impuesto de renta, el Gobierno tiene que ajustar cerca de 1,4% del PIB en ingresos estimados, provenientes de la reforma tributaria del 2022”, agregaron.
Todo esto llevará al país a que se reduzcan con fuerza los gastos de la Nación o de lo contrario estará en un gran riesgo el cumplimiento de la regla fiscal para este año y el próximo, tal y como lo han advertido varias calificadoras de riesgo internacionales y el Comité Autónomo de Regla Fiscal.
Anif también se unió a los llamados que se han hecho desde diversos sectores para que se aproveche el trámite de las diferentes reformas que impulsa este Gobierno (laboral, educativa, pensional y de salud) y cuyo debate empezará el próximo mes, con miras a revisar a fondo su impacto en la economía local.
“Preocupa la declaración fiscal del Ministerio de Hacienda sobre la reforma pensional y el estudio de viabilidad del cambio en el sistema de salud, ya que para la primera se proyecta un costo fiscal del sistema de protección a la vejez del 126,4% del PIB en valor presente neto (VPN) para el año 2100”, explicaron.
Es por esto que piden que el Gobierno debe enviar señales de certeza que ayuden a generar tranquilidad entre los inversionistas y atraer capitales.
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Economía colombiana
Expectativa por el ISE para noviembre y la desaceleración
Este reporte de Anif se conoce en la antesala de los datos del Indicador de Seguimiento a la Economía para noviembre que entregará el Dane el próximo jueves, los cuales serán fundamentales para determinar si el país se acerca a una recesión técnica en el cuarto trimestre o se podría dar vuelta a la mala racha antes del último reporte del 2023.
“El prospecto negativo sobre el futuro de la economía responde a las claras señales de desaceleración que se materializaron hacia el final del 2023, que a su vez inciden en el ingreso disponible de los hogares. La contracción económica se vio reflejada en el crecimiento negativo de la cartera de crédito y en una incapacidad del cumplimiento de las obligaciones de los hogares”, dice el informe.
DANIEL HERNÁNDEZ NARANJO
Portafolio