Habían pasado casi cuatro años sin nueva música de Britney Spears. Ella seguía siendo la figura definitoria de la cultura pop estadounidense, solo que lo que eso significaba había cambiado, y para entonces la imagen de la rubia feliz de Kentwood, Louisiana, había sido reemplazada varias veces. “¿Alguna vez has ido más lejos de lo que deseabas?”, le preguntó Diane Sawyer a la cantante con gravedad en Hora estelar En 2003, sacando las páginas de un reciente don sesión fotográfica que la estilizó con poco más de una docena de hilos de perlas. Su acompañamiento historiaEl libro, escrito por Chuck Klosterman, comenzaba con la frase “Britney Spears no tiene pantalones” y concluía: “No es tanto una persona como una idea, y la idea es esta: puedes quererlo todo, siempre y cuando no obtengas nada”. En la portada estaba maquillada como Marilyn Monroe, con quien compartía un don para articular su propio mito con más profundidad e ingenio que la mayoría de los escritores presumidos.
En los años transcurridos desde su último disco, el de 2003, En la zonaSpears se había casado con un bailarín de Fresno, dio a luz a sus dos hijos, negoció un divorcio, perdió la custodia de los bebés, fue dos veces a rehabilitación, se deshizo de su equipo de gestión y pasó sus días perseguida por camarógrafos en las gasolineras, farmacias y autoservicios de Los Ángeles. También escribió una BlogPor 25 dólares al año, se podían leer las reflexiones de la cantante sobre la temible belleza de los tigres (“sus ojos, sus rayas, su constante búsqueda de supervivencia”) o poemas que había escrito: “La manipulación es la clave/Lo arruinan todo/Porque eres ingenua”, decía uno de 2006. En otras ocasiones, opinaba sobre sus últimos dramas con buen humor y una sorprendente conciencia de sí misma. “Hace poco, me enviaron a un lugar muy humillante llamado rehabilitación”, escribió en la primavera de 2007. Tres meses antes, se había afeitado la cabeza en una peluquería del Valle mientras los paparazzi la fotografiaban. Los titulares la llamaban loca, pero parecía extrañamente serena. “Me sentí casi religiosa”, describió Spears el momento en sus memorias de 2023, La mujer en mi“Vivía en un nivel de ser puro”.
en un actualización del blog A partir de junio de 2007, Spears apareció con una peluca barata y guantes blancos hasta el codo, posando como si hubiera estado en el escenario alrededor de 2007. ¡Ups!… Lo hice otra vez. “Estoy pidiendo ayuda a mis fans más incondicionales para elegir un nombre para mi próximo álbum”, decía la publicación, presentando los siguientes títulos para que los fans voten:
1. OMG es como Lindsay Lohan Me gusta Está bien Me gusta