Aprovechar los residuos sólidos que se generan en algunas plazas de mercado en Risaralda, para convertirlos en compostaje, ayudaría a la economía de los comerciantes de estos lugares e impactaría positivamente en el medio ambiente.
Muchos de los productos que se producen en el campo, tanto de Risaralda como en otras regiones del país, llegan a las denominadas plazas de mercado. La mayoría de estos productos logran comercializarse, pero hay unos pocos que terminan en la basura y posteriormente en los rellenos sanitarios.
Estos residuos sólidos tienen un enorme potencial de convertirse en compostaje y así elaborar abono orgánico, lo que sería un verdadero ejercicio de economía circular que traería importantes beneficios para los comerciantes de las plazas de mercado y en últimas para el medio ambiente.
Desde la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad de Risaralda, se viene trabajando en un proyecto para aprovechar los residuos de algunas plazas de mercado, entre ellas la minorista en Pereira y la de Belén de Umbría.
En entrevista con El Diario, el concejal de la capital risaraldense, Gustavo Villanueva, quien además conoce a profundidad el funcionamiento de la plaza minorista, asegura que se debe implementar una estrategia de economía circular que redunde en la fabricación de abono orgánico que les permita a los comerciantes generar más ingresos, disminuir el costo del servicio de aseo de este establecimiento y contribuir al medio ambiente ya que llegarían menos residuos sólidos al relleno La Glorita.
Aseguró el corporado que la implementación de este tipos de estrategias no requiere de mucha inversión, es más una cuestión de voluntad y por eso esta junto al mejoramiento de las condiciones del campo, serán sus prioridades en el Concejo.
Hay que tener en cuenta que en el pasado ya se hizo un ejercicio similar en Pereira, sin embargo situaciones económicas hicieron que no se continuara con la iniciativa.
Así mismo señalar que en años anteriores se hizo una campaña desde la Empresa de Aseo de Pereira, para que las personas en sus hogares elaborarán de manera artesanal abono orgánico, aprovechando los residuos como cascaras de frutas.
Asociatividad
El 95% del área de Pereira es rural. En el campo de la capital risaraldense se cultivan y comercializan todo tipo de productos agrícolas, pero muchas veces la producción es muy baja dejando perdidas para los productores y campesinos.
Con el propósito de mejorar los ingresos de estas personas, aumentar la producción, evitar los intermediarios y porque no empezar a exportar, se debe seguir apostándole por la asociatividad en el campo.
Mencionó el Concejal que la asociatividad debe ser la principal estrategia que se implemente para el sector rural de Pereira, porque esto también permitiría mitigar una problemática que se viene registrando en la ciudad y en gran parte del país, como es la migración de los campesinos hacia las áreas urbanas.
Risaralda ya exporta diferentes productos agrícolas como café y aguacate, pero en ocasiones los productores locales no alcanzan grandes cantidades que les permitan enviar sus productos al exterior, y es allí donde la asociatividad juega un papel clave, porque como dice el dicho ‘la unión hace la fuerza’ y el hecho de que los productores y campesinos se unan les permitiría lograr una mayor producción.
Gustavo Villanueva, concejal