Redacción
Si tuviéramos que nombrar un color que hizo mella en el 2010, sería el turquesa. Empezando porque Pantone, la empresa responsable de las paletas de color usadas por los diseñadores, lo declaró color del año, y en segundo lugar porque ha ido apareciendo como tono fundamental en las colecciones de moda y en los accesorios de varias firmas internacionales.
El turquesa es ante todo un mineral de color azul verdoso que solía ser una piedra importante en el mundo antiguo, particularmente con los egipcios o los persas, y otras culturas del medio oriente.
Su peculiar combinación de azul nos recuerda al mar y resulta refrescante, además de esperanzador. De hecho, esta fue la razón por la que fue elegido color del año como un talismán con poder curador en tiempos difíciles.
Tú también puedes adoptar este color que te subirá los ánimos y llenará de color tus atuendos. La joyería nos permite ir añadiendo toques de color, como en el caso de este collar muy artesanal donde la piedra aparece casi en su estado natural.