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Belleza: cerca del mar

 

Seguramente tu disfrutas mucho del color dorado que toma tu piel durante la temporada de playa, o del wet look con el que puedes llevar el cabello en esta época. Pero, ¿te has puesto a pensar en las secuelas que el sol, la arena y el agua del mar le traen a tu cuerpo? Esta estación del año es fabulosa, por lo tanto es correcto aprovecharla tomando las precausiones necesarias.

El cuidado del cabello

Una vez que llega la temporada de playa, el cabello suele sufrir graves daños por factores como el sol y la salinación. A continuación te presentamos algunos consejos que te ayudarán a mantener una melena sana y hermosa:

Para recuperrar el brillo de tu pelo es indispensable la aplicación de mascarillas, una o dos veces por semana. Asimismo, lávate el cabello con un shampoo con filtro solar o elaborado a base de jojoba, aminoácidos de seda y papaya.

 

¿Acostumbras hacerte tratamientos caseros? La mezcla de miel y aguacate te devolveré el brillo capilar perdido.

 

Si te tiñes el pelo bájate unos dos tonos del color que utilizas normalmente, así evitarás que el cabello se aclare demasiado.

 

Lleva sombreros y gorras como protección, particularmente si tienes el cabello teñido. El sol, puede en gran medida resecar y dañar el cabello. Ten siempre a la mano, un acondicionador, sobre todo en la piscina o en la playa. Opta por alguno que te ofrezca protección contra el sol.

 

Por último, olvídate del uso del secador, los tintes y otros tratamientos químicos

¡A hidratar la piel!

Luego de unos meses de intenso sol, tu piel queda, definitivamente, deshidratada. Para contrarrestar los efectos del sol y el mar te proporcionamos unos tips muy útiles para mantener una piel sana:

Una vez que ye expongas a los rayos solares, es importante que uses una crema hidratante.

 

Adquiere el hábito de beber, como mínimo, 2 litros de agua al día. Asimismo debes evitar tomar medicinas o alimentos que actúen como diuréticos.

 

Procura exfoliarse la piel, por lo menos una vez por semana Eso ayudará a remover las celulas muertas.

 

Por supuesto, durante tu estadía en la playa, no olvides el uso del protector solar.

Daños más severos

Una exposición controlada a los rayos solares puede ser beneficiosa para tu organismo, ya que trabaja en la síntesis de la vitamina D, lo cual fortalece los huesos. Sin embargo, el exceso de sol puede provocar consecuencias fatales, que van desde intensas quemaduras hasta cáncer en la piel. De esa enfermedad se conocen dos tipos: el epilioma y el melanoma. El primero se manifiesta, por lo general, a partir de los 50 años de edad y en personas que, por el lugar donde viven o trabajan (campesinos, marineros…) pasan mucho tiempo bajo la influencia de la luz solar directa. El segundo tipo de cáncer de piel se conoce como melanoma y, aunque se declara con menor frecuencia, resulta mucho más agresivo que el epilioma.

Una exposición continua de la piel a una radiación ultravioleta puede dañar tu material genético y provocar la aparición de males como las cataratas, e incluso, si la dosis solar es muy alta, afecta al buen funcionamiento del sistema inmunitario que defiende al organismo de posibles infecciones. Por lo tanto evita el sol entre las 11 del día y las 3 de la tarde, ya que en este lapso de tiempo, los rayos ultravioletas son más severos. Y, si una herida no cicatriza; un lunar cambia de color, tamaño o forma, o aparece un nuevo lunar, mancha o verruga debes consultar a un especialista.

 

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