Redacción
Para evitar la pérdida de los restos que reposan en cuatro cementerios de este municipio de la costa Pacífica, y que aún no han sido identificados, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) construyó el año pasado 461 cúpulas con el fin de depositar esos cuerpos.
El reto es grande pues los cementerios de Buenaventura albergan miles de cuerpos de desaparecidos que pueden llevar décadas enterrados, y otros que cada año van apareciendo en zonas de bajamar –incluso desmembrados– víctimas de la violencia protagonizada por las bandas criminales, que azota al puerto.
En un proyecto que tardó 7 meses y terminó a finales del año pasado en Buenaventura, el CICR construyó en total 200 bóvedas para los cuerpos que están completos y 261 osarios para los casos en los que sólo se encontraron los huesos.
“Las bóvedas son necesarias porque los cuerpos están regados en cuatro cementerios. Medicina Legal necesita un lugar para almacenar los cuerpos y guardarlos durante el proceso de identificación, para no perder la información que se va logrando ni afectar las necesidades de los familiares”, explicó Giuseppe Renda, jefe de la subdelegación del CICR en Cali.
Renda afirma que este proceso también permite que no se sigan perdiendo más restos hallados, como ha pasado en zonas de baja mar o restos enterrados a poca profundidad. “En algunas zonas hemos detectados que los cuerpos desaparecieron porque están muy cerca de la superficie de la tierra, se los han comido animales, o los afectó la intemperie y el tiempo”, cuenta Renda.
Agrega que por esta razón el CICR buscará en los próximos meses extender el trabajo de construcción de bóvedas en Tumaco y Barbacoas, dos municipios afectados por el desorden con los restos de desaparecidos.
Otra de las tareas del CICR consiste en apoyar a Medicina Legal y al CTI de la Fiscalía en la práctica forense. “Se tiene una montaña de información en un lado y miles de cuerpos en el otro. Se necesita realizar el trabajo de una hormiga para que la información que se tiene coincida con el cuerpo. Aquí no puede haber dudas porque para entregar los restos debe haber una certeza absoluta”, asegura.
Fuente: El Tiempo