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Buenaventura podria tener un Propio Proyecto Energetico

Oscar Isaza Benjumea es un empresario vallecaucano que  ha apostado más de 30 años por el crecimiento de Buenaventura. Se describe así mismo  como un gestor portuario.

La historia empresarial que le antecede lo confirma. Hasta hace poco fue accionista de la Sociedad Portuaria de Buenaventura, una entidad que acompañó desde su creación; luego entró como accionista de la Terminal de Contenedores de Buenaventura, Tcbuen, y fue uno de los líderes que llevó a que este proyecto se volviera una realidad.

También es socio de Puerto Caldera, en Costa Rica, que maneja dos terminales portuarias.  

Al mismo tiempo, y con el apoyo de  las empresas familiares, fue el primero en llevar el internet al puerto, construyó el centro comercial, llevó el cine, una de las iniciativas que considera les ha dado más satisfacción, porque “tuvimos que aprender toda la operación, hacer crispetas y perros calientes porque ninguna empresa de cine quiso invertir, en su momento, en Buenaventura”.

Ahora, Isaza es el presidente de la sociedad Puertos, Inversiones y Obras (PIO), que tiene dos proyectos en marcha: Puerto Antioquia, ubicado en el Urabá y Puerto Solo, en Buenaventura. 

Este último es una sociedad Portuaria Energética y Multipropósito. Ahora su sueño es que el Gobierno Nacional  adopte la iniciativa y facilite -con reglamentaciones- que el Pacífico tenga una planta de regasificación, que servirá para el Valle y para todo el país.

 ¿Por qué no hay una industria que le apueste  hoy a Buenaventura?

Leyendo un artículo sobre México, decía que México está más cerca del cielo y más lejos de los Estados Unidos. Yo diría lo mismo sobre Buenaventura,  está más cerca del cielo y muy lejos de Cali.

 Allá no hay una empresa que transforme materia prima, que haga industria, que genere empleo. Somos los puertos los que invertimos, pero no alcanzamos a dar trabajo a todo el mundo, el sector  tal vez ocupa unas 5000 personas. En Buenaventura se acabó la pesca, por culpa del narcotráfico, hoy solo se corta madera, pero se trae y se transforma en Cali.

¿Qué se debe hacer  para cambiar este panorama?

La ciudad  debe ofrecer unas condiciones mínimas. Por ejemplo, debemos tener buenos alcaldes y no cuatro alcaldes en la cárcel. Vamos a quedar a hora y media de Cali y no hay industria, no hay agua y cuando la guerrilla quiere vuela las torres y deja al puerto sin energía.

   Como le dije, Buenaventura está más cerca al cielo que a Cali, los empresarios vallecaucanos no han visto la oportunidad, y si la ven dicen cómo me voy para allá cuando no hay agua, no hay gobernabilidad, no hay credibilidad en la clase política, no hay colegios bilingües.  ¿Cuándo eso podrá  cambiar? No lo sé.

¿Usted cree que es posible que el Puerto llegue a tener otra cara?

(Silencio)… No sé cuando, no sé qué fondo vamos a tocar, pero el desempleo en Buenaventura es terrible, mucha gente convirtió sus necesidades en asistencialismo. Creo que una de las soluciones es arrancar desde sus mismos líderes, líderes que entiendan que el ejercicio de gobernar debe basarse en  honestidad y cero corrupción.  Buenaventura tiene presupuesto, tiene gente buena, hay mucho profesional y gente capacitada y la pregunta es ¿qué hacemos con los impuestos, transferencias y  regalías? ¿Cuándo vamos a tener la noticia de que el alcalde de Buenaventura es el mejor del país?

A pesar de esto, usted le ha apostado al Puerto…

Lo único que a mi me faltó fue nacer en Buenaventura, esta región  me ha dado la oportunidad de hacer lo que he hecho.  Hemos  llegado a tener 4000 empleados en diferentes proyectos empresariales.   Me duele mucho el Puerto y creo que tenemos muchas  cosas por hacer.  

Los empresarios portuarios hemos sido una solución para Buenaventura y qué culpa tienen los  inversionistas filipinos, los de Singapur de lo que ocurre con las guerras  y la violencia en esta ciudad. Al contrario vamos al Puerto  y no nos da miedo, porque esa ciudad nos ha dado la oportunidad de todo, de soñar y de crecer.

¿Se siente satisfecho con el trabajo realizado en el Puerto?

La satisfacción más grande que tengo es que he sido el  mayor empleador en Buenaventura y son personas vinculadas con contrato indefinido, hoy generamos unos mil empleos directos.  Una gran parte de la industria portuaria está soportada sobre contratos no vinculantes, por política, en mi caso, todos mis empleados son por contrato indefinido.

 Trajimos el cine a Buenaventura y nos tocó aprender a  vender crispeta y  perros calientes porque ninguno de los operadores del país quiso ir a Buenaventura. Ahora le vendimos a Royal Film, pero después de muchos años. Nos tocó ‘enviciar’ a los niños a que fueran al cine, que nunca habían ido.  Llevamos más de 20.000 niños a los teatros gratis.

También hicimos el centro comercial, las dos torres de Pacific Trade Center, apartamentos y oficinas, edificios que son  un hito y un referente para la ciudad. Creamos  Data Control,  la operadora más grande del sector portuario y fuimos los primeros en llevar  y masificar el Internet en escuelas y barrios pobres de la ciudad. Impulsamos el puerto de  Tcbuen en la comuna 5  que era un sitio muy difícil de convivencia, pero las  cosas han cambiado.  Quisiera hacer más, pero solo no puedo.

¿En qué consiste el proyecto de Puerto Solo que usted lidera?

Es un complejo energético que estimamos puede costar US$1,2 billones y tiene varios componentes: una planta de regasificación, una terminal  de GLP -gas propano, una terminal de hidrocarburos y otra de vehículos, estimamos que para el año 2020 el país  importará 500.000 vehículos que necesitan una plataforma adecuada. 

 También se contempla una planta de generación de energía de 80 megas que trabajaría con el gas licuado que llegaría a Buenaventura y esa planta sería un apoyo para la ciudad.

Este proyecto estará ubicado al lado de la Terminal de Contenedores de Buenaventura y ya tenemos licencia ambiental y concesión.

 ¿Qué hace falta para que empiecen a ejecutarlo?

Yo tengo un sueño y es que el presidente Santos se de cuenta que en Buenaventura hay una planta de regasificación con licencia ambiental y con concesión. Él no lo sabe y lo que  estamos planteando es una solución de seguridad energética para el Valle y para el país, no para los próximos dos o tres meses, pero sí para enfrentar el próximo Fenómeno del Niño, en 4 ó  5 años.

¿Pero qué se requiere del Gobierno para dar luz verde a la iniciativa?

Generar unas condiciones regulatorias para este proyecto.  La resolución 054 del 2012 de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg)  ordena que haya dos plantas de regasificación en el país: una en el Atlántico y otra en el Pacífico.  La de la costa Caribe se está construyendo y en el Pacífico no se ha dicho nada.  En el Plan Nacional de Desarrollo también está incluido el proyecto.

 Le dieron cumplimiento a la de la Costa Atlántica porque la clase política de allá está encima, invitan al Presidente, exigen y nosotros no hemos arrancado. ¿Qué hace falta?, que la Creg emita la resolución de cómo se va a adjudicar este proyecto, cómo se remunerará, cómo se hará una adjudicación transparente y el gasoducto y estoy seguro que aparecen los jugadores del mercado, que pueden trabajar sobre un puerto que ya tiene concesión y licencia. Es cuestión de voluntad política.  

Este es un proyecto energético para Colombia, para el Valle, para el Suroccidente, para tener opciones y que no estemos como hoy a las puertas de un racionamiento. El kilovatio más caro  de energía es el que no existe.

 ¿Usted está abierto a la llegada de inversionistas?

Todo esto terminará como ha pasado en mis otras empresas, totalmente  abierto a que entren socios. Por ejemplo, el Valle ha creado un grupo gestor de proyectos y ahí cabe esta iniciativa.  Yo lo que le estoy proponiendo al Gobierno es que haya una solución energética que la podemos construir entre todos, comunidades, inversionistas, hacer un gran pacto o cruzada para hacer un puerto energético en el Pacífico, como lo tienen hoy los costeños con Puerto Callao en Cartagena.

Este proyecto no es mío, yo tomo un riesgo y hago unas inversiones y el Gobierno tiene que generar unas condiciones, pero la infraestructura quedará para el futuro en la región.

 Lo mismo sucede con Puerto Antioquia, un puerto que estamos impulsando en el golfo de  Urabá,  será una terminal multipropósito que se construirá y quedará al servicio de esta región, estos proyectos no son de Óscar Isaza, yo estoy de paso.

 

Fuente: El Pais

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