Redacción
A las 5 de la tarde del miércoles, cuando estaba a punto de tomar un avión para presentarse en el búnker de la Fiscalía en Bogotá, el CTI capturó en Medellín al ex senador Mario Uribe Escobar.
Casi dos horas antes, la Sala Penal había expedido una orden de captura en su contra.
El alto tribunal decidió llamarlo a juicio por concierto para delinquir agravado, el delito ‘madre’ de la llamada parapolítica, seis meses después de haber recuperado el expediente de la Fiscalía.
La Corte le dio validez al testimonio de Jairo Castillo Peralta, ‘Pitirri’, el testigo estrella dentro de este proceso, quien aseguró que el entonces congresista se relacionó con los ‘paras’ desde 1998, para apoderarse de tierras en San Marcos (Sucre).
Por intermedio de esos grupos, dice la Corte en su acusación, obligó a dueños de los predios a abandonarlos y a cederlos por debajo del valor real.
Precisamente, ‘Pitirri’ fue clave en la condena de 40 años de cárcel que la Corte le impuso el martes pasado al ex senador de Sucre Álvaro García Romero, quien pertenecía al grupo político de Mario Uribe, Colombia Democrática. En su caso, por crear grupos ‘paras’ y colaborar en la masacre de Macayepo.
La defensa del ex senador ha sostenido que ‘Pitirri’ miente, supuestamente influenciado por algunos sectores.
Y añade que las reuniones de Mario Uribe con Mancuso se dieron durante el proceso de paz con los paramilitares, que terminó con la desmovilización de las Auc en Santa Fe de Ralito (Córdoba).
Incluso, la defensa ha presentado varios testigos en este sentido.
Validan testimonio de MancusoLos magistrados también consideran válida la primera declaración de Salvatore Mancuso, ex jefe ‘para’ extraditado, quien aseguró que tuvo dos reuniones con el entonces senador. Una de ellas, en el 2002, habría tenido como objetivo lograr apoyo para la campaña al Congreso.
«La gravedad del injusto que se atribuye al doctor Uribe Escobar, es la de pactar con Salvatore Mancuso, líder de esas fuerzas ilegales, la promoción de grupos armados al margen de la ley (…) que luego pretendieron asumir la condición de actores políticos con el respaldo y auspicio de quienes ostentaban la condición de representantes del Estado», señala la decisión.
Según la Corte, en el 2001, los paramilitares trazaron un plan para obtener poder político, por intermedio del Movimiento Compromiso Caribe.
Agrega que, para tener representación nacional, consiguieron políticos y dirigentes regionales para llegar al Congreso, en un plan liderado en Córdoba por Miguel de la Espriella y Eleonora Pineda.
Asegura la Corte que con el el entonces senador Mario Uribe, supuestamente se pactó convertir a Pineda en su fórmula de campaña al Congreso para que fuera la representante de las Auc en el legislativo. A cambio, el congresista obtendría apoyo en regiones dominadas por ese grupo.
Ese acuerdo, dice la Corte en su acusación, fue avalado por Mancuso, quien según las evidencias «se habría reunido en sus predios de Tierralta (Córdoba) para sellar el pacto con el dirigente antioqueño».
Uribe fue capturado por primera vez en abril del 2008 luego de que intentó buscar asilo en la embajada de Costa Rica.
La Corte Suprema de Justicia reasumió el proceso en octubre del año pasado, al cambiar su jurisprudencia sobre el fuero parlamentario. con El Tiempo