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La Comisión de Ética del máximo organismo del fútbol mundial puso la lupa sobre su presidente. Es por las acusaciones realizadas por su rival para la próxima elección presidencial, Mohamed bin Hammam
Por su parte, el directivo suizo podrá defenderse el próximo sábado de los cargos presentados por su contrincante asiático, que también está siendo objeto de una investigación. "No puedo opinar sobre el procedimiento que se ha abierto en mi contra, pero los hechos hablarán por sí solos", dijo este viernes Blatter a través de un comunicado.
Bin Hammam también está bajo la mirada de la Comisión de Ética junto al vicepresidente de la FIFA, Jack Warner, y otros funcionarios por una reunión mantenida con dirigentes de la Unión Caribeña de Fútbol hace dos semanas en Trinidad y Tobago, de donde es Warner.
Dentro de un informe sobre ese encuentro presentado al ente rector del fútbol se aseguró que se pagaron sobornos en la reunión, según reveló esta semana la propia FIFA.
El qatarí, titular de la Confederación Asiática y que fue citado para declarar el domingo ante la Comisión de Ética del organismo, denunció el jueves que el informe presentado por Chuck Blazer, miembro del comité ejecutivo de la FIFA y número dos de Warner en la Concacaf, aseguraba que Blatter conocía los presuntos pagos, pero que no hizo nada.
"Las acusaciones también contienen afirmaciones según las cuales el señor Blatter estaba informado, pero que no se opuso a los pagos presuntamente realizados a miembros de la Unión Caribeña de Fútbol", indicó Bin Hammam en su comunicado, en el que "exige que la investigación de la Comisión de Ética sea extendida e incluya al señor Blatter".
El texto agrega que "el momento de las acusaciones, tan cercanas a las elecciones de la FIFA del 1º de junio, sugiere que son parte de un plan para dañar al señor Bin Hammam y forzar la renuncia a su candidatura a la presidencia de la FIFA".