Para la tez:
Utilice una base con acabado satinado y con una tonalidad similar a la de su piel. Retóquese con polvos sueltos usando la borla y quitando los excedentes con la brocha. Aplique el colorete de acuerdo a las indicaciones en el capítulo cuatro. Si desea, puede dar un toque de luz a su rostro con un polvo de nácar, los cuales darán sutiles reflejos dorados a sus pómulos, a los párpados y el escote.
Los ojos:
Para dar intensidad a la mirada utilice un dúo de sombras. Delinee los ojos al ras de las pestañas y utilice una pestañina color negro; esta debe ser en dos capas. Puede además realzar sus cejas con lápiz de cejas en un tono similar al suyo y después peinarlas hacia arriba.
Los labios:
Defina el entorno con un perfilador rojo. Para la noche utilice un labial de larga duración con intensas tonalidades, las cuales serán más atractivas de noche.