Redacción
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha admitido que haberle dado a Brasil a sede del mundial 2014 puedo haber sido una mala elección, por los disturbios que se han presentado en los ultimos meses.
La policía lanzó gases lacrimógenos y detuvieron a 15 manifestantes en una de las principales zonas turísticas de Río de Janeiro, días antes de una planeada visita del Papa.
Los manifestantes están furiosos por la billonaria suma que el gobierno está gastando para organizar la Copa del Mundo de 2014 en lugar de invertir en los servicios públicos.
El mes pasado fue de disturbios, más de un millón de personas salieron a las calles para protestar durante el torneo de la Copa Confederaciones.
Blatter, presidente del organismo rector del fútbol mundial FIFA, admitió: "Si esto vuelve a suceder, tenemos que preguntarnos si hemos tomado la decisión equivocada en la concesión de los derechos a Brasil."
Dijo que se ocupará de la cuestión cuando se reúna con la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, en septiembre.
Pero los comentarios de Blatter enfurecieron al gobierno brasileño. El Ministro de deportes, dijo: "El éxito de la Copa Confederaciones demuestra la correcta elección de Brasil para ser sede de la Copa del Mundo."
La final del torneo del mes pasado – vista como una prueba clave de la preparación para la Copa Mundial – terminó con la policía y los soldados disparando gases lacrimógenos, bombas de golpes y balas de goma para mantener a miles de manifestantes del estadio de Maracaná, a raya.
El gas lacrimógeno flotaba en el estadio cuando Brasil derrotó a España por 3-0.
Los disturbios provocaron especulaciones Inglaterra podría ser llamado a organizar la Copa del Mundo en un corto plazo para salvar el torneo.
Millones de brasileños están enojados con el pobre transporte público y los servicios de salud, mientras que casi 14 mil millones dólares son gastados en la Copa del Mundo.