Solange parece sacada de los 70 sin filtro de modernidad, con naftalina colgando del vestido. Una imagen vale más que mil palabras:
Cabría pensar que el éxito arrollador de su archifamosa hermana Beyoncé, 5 años mayor, podría condenar a Solange Knowles a permanecer a su sombra. Pero nada más lejos de la realidad: las hermanas Knowles se diferencian, y mucho; no es preciso que compitan porque su público no es el mismo.
Solange se ha lanzado a por la escena más independiente y alternativa, ajena a los hits superéxitos de Beyoncé. El lastre de las comparaciones con su mundialmente triunfadora hermana empieza ya a soltarse poco a poco al comprobar el discreto pero contundente ascenso de la pequeña de las Knowles: a sus 26 años, se ha convertido en toda una diva del soul y el R&B que marca tendencia con su pelo afro y sus originales estilismos.
Indispensable en las alfombras rojas, eventos y fiestas de Hollywood, las marcas de ropa y las revistas se la rifan. Imagen de firmas como Madewell u Opening Ceremony, Solange no venderá tantos discos como Beyoncé, pero en cuanto a estilo, le gana con puestos de honor en las listas de las mejor vestidas.
Su música combina R&B, soul, funky y pop con letras intensas y una gran carga emocional. Ella misma es la compositora de sus temas y acaba de crear su propio sello discográfico llamado Saint Records, a través del que publicará su debut en largo a finales del 2013. Tendrá así el total control creativo y artístico de su carrera musical, que va viento en popa.
Mientras esperamos su nuevo álbum, Solange acaba de ofrecer un doble aperitivo: un remake junto a Kendrick Lamar de la canción "Looks Good With Trouble" y este mini-vídeo, "Locked in Closets", dirigido por Alan del Rio en colaboración con Refinery29, que destila jugos hipsters a borbotones mientras Solange nos pasea por Brooklyn:
La eterna aspirante a estrella, que comenzó a los 15 años sustituyendo a una bailarina en la gira de las Destiny’s Child, ya brilla con luz propia. Su estilo retro y atrevido le ha abierto un hueco ganado a pulso. Y es que Solange ya ha encontrado su lugar: es una diva.