¿Arrepentido de estudiar su carrera?: alternativas en las que puede pensar | Empleo | Economía

Escoger una carrera profesional no es tarea sencilla. Pensar en “¿qué haré por el resto de mi vida?” puede resultar atemorizante o abrumador, pero no tiene que ser un ‘drama’.

Para muchos, el mayor temor es tomar una decisión equivocada que los lleve a la infelicidad y por eso se busca evitar, pero incluso con este propósito no se acierta en la elección.

Ante esta disyuntiva, Portafolio consultó a Juan Ricci, psicólogo de la Universidad del Rosario y miembro del Centro de Experiencias para Futuros Rosaristas, quien ha acompañado en procesos de orientación vocacional a muchos jóvenes y da algunas de las claves en este proceso de elección de una carrera profesional.

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Inicialmente, Ricci señala que una persona debe tener siempre presente dos ejes: uno es el personal,en el que el joven hace una exploración interna sobre sus pasiones, es decir, temas que le generen interés. Por ejemplo, puede ser estar con mis amigos o ir de compras. Luego, hay que pensar en las habilidades blandas que hoy en día son conocidas como las powers Hills».

«Esto es importante porque, en cada carrera se requieren unas bases como por ejemplo ser curioso o ser bueno con los números, luego si tiene la habilidad técnica, pues va ganando. Por último, en este escenario personal debe pensar en sus intereses a futuro en sus proyectos. Se trata de que piense en temas que con los que le gustaría estar involucrado en un futuro”.

El segundo eje es el profesional. “En este caso es relevante indagar por el objeto de estudio de qué trata la carrera, el plan de estudios y el campo de acción. Es decir, saber el tema central de la carrera, los temas que se van a tratar y en dónde puede ejercer una persona y qué tendría que hacer”, aseguró el experto.

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En este sentido, usted podría tener más claridad para tomar una decisión si aprende a identificar sus propias habilidades.

Para el psicólogo, una forma fácil de hacerlo es cuando “usted dice yo ‘soy bueno en esto’ y le va bien en ciertas actividades, pero es importante que entienda que no importa si no es el número uno, sino que le fluyan las cosas con naturalidad”.

Ricci explica que en lo que usted es bueno puede ser muchas veces un ‘hobby’ y es posible que usted lo convierta en su pasión profesional. En estos casos debe preguntarse “por el tiempo que estaría dispuesto a dedicar a esa actividad o preferencia, pues esta ya sería una pista”.

Además, aclara que no está mal que un ‘hobby’ se convierta en la carrera que va a estudiar o, al contrario, si no ocurre, tampoco sería determinante porque “su vida debe equilibrarse entre su trabajo y otras actividades que le gusten”, explicó Ricci.

Estudiantes universitarios

iStock

En este sentido, resulta determinante tomarse un tiempo para hacer estos análisis de manera personal.

Ahora bien, de no ser así, el psicólogo asegura que es probable que aumente el riesgo de deserción.

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Así, sobre las razones frecuentes por las que las personas podrían desertar de su carrera, Ricci asegura que una de ellas ocurre, precisamente, cuando no se hace la exploración que él sugiere. Es decir, se toma una decisión por la presión de empezar rápido.

“Los jóvenes se apresuran y se fijan únicamente en cómo les suena el título de la carrera y lo ideal es que se adentren mucho más en el contenido”,
señaló.

Otra de las razones, es que muchas personas están en un periodo de indecisión. “Puede que una persona piense en varias opciones de carreras y de universidades, frente a esto hay varias opciones y es decantarse por una o si existe la posibilidad se puede pensar en un perfil interdisciplinar, es decir, hacer doble programa, siempre pensando en una intención, no solo cursarlo porque sí”.

En estos casos, Ricci recomienda a quienes acompañan el proceso formativo evitar el juicio porque “la persona puede atravesar un periodo de frustración en medio de la indecisión, puede ser porque no se hayan cumplido sus expectativas en los primeros semestres o porque no tenga claridad sobre la ruta que quiere seguir, entonces el juicio puede aumentar la presión”.

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Educación superior

Jhon Jairo Bonilla / EL TIEMPO

Sin embargo, si definitivamente el joven se arrepiente de haber estudiado esa carrera, estas son las alternativas que puede evaluar, según el psicólogo:

1. Si el arrepentimiento tiene que ver con que puede gustarle otra carrera, podría estudiar las dos, buscando que la una se complemente con la otra.

2. Si definitivamente no le interesa lo que está estudiando y no se ve ejerciendo la profesión en el futuro, lo más recomendable es buscar acompañamiento e informarse muy bien de otras opciones. “Para no perder el tiempo en este proceso puede preguntar en la universidad si es posible homologar algunas materias”, sugiere el experto.

Otro punto que señala el experto es que si hay una reincidencia en la deserción, es decir, que una persona entra a una carrera, renuncia a ella y luego entra a otra y repite este mismo patrón varias veces, “el problema puede ser la falta de acompañamiento que le brinde las herramientas para hacer la exploración personal y profesional que yo propongo, pero también se requiere un acompañamiento a nivel emocional».


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Finalmente, el psicólogo revela una serie de signos que pueden indicar que una persona se puede arrepentir de haber escogido determinada carrera:

1. El desinterés, que se manifiesta en que la persona comparte poca información sobre lo que vive en la universidad. Además, los docentes pueden notar una falta de compromiso, incluso si el estudiante empieza a perder materias, se registra una frecuencia alta de retrasos o inasistencias a las clases, entre otros. 

2. La baja proyección a futuro, significa que la persona no piensa en dónde trabajaría cuando se gradue o considera que lo que estudia no tienen mucha salida.

“En estos casos, no se trata de que la persona ingrese con todo claro a la carrera, pero que poco a poco vaya imaginándose posibles escenarios, si al contrario no ocurre, allí ya debe generarse una alerta por parte de los docentes, de la Universidad y si los padres lo saben es aconsejable el acompañamiento”, concluye el psicologo.

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PORTAFOLIO 

Fuente de la Noticia

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