También solicitaron que se eviten las exportaciones y haya control a los acaparadores del producto
No es cierto lo que anuncian en los medios sobre una gran producción que tiene los mercados inundados de arroz, la verdad es que se trata de una estratagema de los industriales comercializadores del producto para bajar el precio del alimento, comprarlo barato, guardarlo y sacarlo al momento en el que se disparen los precios por la ausencia ficticia del cereal, según explicó José Ramón Molina Peláez, presidente del gremio de arroceros del departamento.
“En este juego desleal y mal intencionado, los que más pierden son los productores, pero también pierde el gremio de consumidores, porque, aunque el industrial, el que transforma y empaca del arroz, lo compra a precios muy por debajo de la realidad del mercado, el consumidor final nunca logra tener precios más cómodos, sino que cada mes y cada año, debe pagar más para tener el producto en la mesa de su familia, y los grandes beneficios irán para los industriales de este país, sin hacer mayores esfuerzos”, sostiene José Ramón Molina.
Se acabó el subsidio de Almacenamiento
Dice que hasta hace algún tiempo existía por decisión del Gobierno Nacional un mecanismo que ayudaba a mantener la estabilidad de precios y este no era otro, sino la absorción de los excedentes de las cosechas. “Esto se materializaba con un subsidio de almacenamiento que el gobierno entregaba a los productores para que los industriales no terminaran absorbiendo las cosechas y el mismo productor sacaba su arroz en el momento en el que el mercado estaba estabilizado. Ese subsidio fue cancelado por el mismo Gobierno quien decidió acabar con la norma que le daba vida jurídica y ahora volvió el riesgo sobre todos los productores que si no tienen un colchón económico importante para sostenerse algunos meses, caerá necesariamente el juego carente de ética de los industriales”, explicó el presidente del gremio productor.
El Gobierno Nacional debe intervenir
El vocero gremial sostiene que, con toda esta explicación, ahora la decisión de intervenir y evitar que se siga espoleando al productor y al consumidor, está en poder del Gobierno Nacional. También pide que el Gobierno debe preparar el mercado del arroz para que el campesino vaya a la fija, sin mayores riesgos y que sepa cuánto está invirtiendo en la producción, pero también tenga plena certeza de cuál será el precio de su producto al cosechar y de esta manera se atreva a tener una buena cosecha que pueda fortalecer lo que se ha llamado la soberanía alimentaria, estrategia que es una de las banderas del actual Gobierno nacional.
La producción de La Guajira
La de “primavera” que es la primera cosecha de arroz que se da en el año, emplea cerca de 400 mil hectáreas en todo el territorio nacional, incluido los ‘arroces secanos´ como son llamados los que se producen en el sur del país y Llanos Orientales, siendo una buena cantidad de la producción nacional.
Sobre los arroces de ‘segunda’ se disminuye la producción sobre todo por el desastre que ocurrió en la Mojana, donde los campesinos quedaron sin nada por las inundaciones del Canal del Dique y el área Cara e Gato.
Según José Ramón, hoy en bodega hay unas 450 mil toneladas de arroz, lo cual garantiza tener una seguridad alimentaria. No habrá mayor problema en el país, mientras que en otros países como China e India, están poniendo impuestos altos al producto por el temor de una hambruna y ellos son los más grandes consumidores del mundo.
