La compañía europea Doppelmayr, la firma constructora del cable aéreo de Ciudad Bolívar, no solo está llevando a cabo el nuevo proyecto de San Cristóbal, sino que también hará el cable aéreo de Potosí.
En entrevista con Portafolio, Alejandro Zambrano, gerente general de la empresa para Colombia, anunció que el cable de San Cristóbal estará listo para operar en 2026 y el de Potosí en 2027.
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Sumaron un nuevo cable a sus proyectos en el país…
Sí. Participamos en la última licitación de cables aéreos en Bogotá, la tercera línea –cable Potosí–, de la cual fuimos adjudicatarios. Ese contrato lo terminamos firmando el 28 de diciembre después de surtir todos los procesos legales y estamos próximos a firmar el acta de inicio para empezar a trabajar.
Este contrato nos tiene muy emocionados por las implicaciones que tiene en la movilidad en Bogotá. Sabemos que es una zona muy necesitada en temas de transporte, va a tener un impacto muy positivo, muy similar al que ya ocurrió en el TransMiCable de Ciudad Bolívar. Serán beneficiadas 600.000 personas.
Tiene cuatro estaciones, pero tiene algunas mejoras de capacidad y tecnológicas en comparación con el de Ciudad Bolívar. Por ejemplo, este atenderá a 4.000 personas por hora.
¿Cómo avanzan los cronogramas de los cables que construyen?
En el caso de San Cristóbal el contrato empezó en mayo, ahora estamos terminando la etapa de diseños. En cuanto a la obra civil, el IDU ya había provisto unos diseños fase 3, nosotros teníamos que apropiarnos de los diseños o bien rediseñar algo que no encontráramos acorde, ya estamos terminando de hacer eso.
En cuanto al componente electromecánico teníamos que hacer todo el diseño desde el principio, ya lo terminamos y fue aprobado en el mes de diciembre. Ahora nos encontramos en la fase de fabricación de torres y estaciones.
El proceso de construcción tardará dos años hasta final de 2025, así que estaremos en obra todo el 2024 y 2025. Tal vez en febrero o marzo de 2026 ya empezará a operar.
En el caso de Potosí, aún es muy reciente, estamos en el proceso de aprobación de las pólizas de garantía. En el momento en que el IDU nos de la aprobación, pasaremos a suscribir el acta de inicio y a partir de ahí son 12 meses de diseños, y el IDU deberá adquirir casi 400 predios.
Empezaremos la obra en 2025, tomará dos años de construcción y terminará a inicios de 2027.
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¿Quién operará estos cables?
Los dos en la ciudad de Bogotá son propiedad de TransMilenio y serán operados por quien designe.
En este momento en Ciudad Bolívar el TransMiCable empezó a ser operado por La Rolita desde el 29 de diciembre y supongo que todo seguirá en la misma línea a no ser que haya nuevas directrices al momento de terminarlos.
¿Qué retos en materia económica han visto?
Lo vimos en San Cristóbal, en la que hubo dos licitaciones. La primera salió desierta porque las condiciones eran totalmente desfavorables para los proponentes, por eso ninguno presentó oferta.
En ese caso el IDU presentaba la alternativa de pagar el sistema en pesos colombianos y nosotros como un fabricante europeo no podemos asumir el riesgo cambiario con la volatilidad que se tiene, además de otros riesgos en la licitación. Después de esto, el IDU tomó la decisión de asumir el riesgo cambiario.
A diferencia de otros teleféricos en Colombia que se han pagado en moneda extranjera, se han pagado en euros directamente, aquí nos van a pagar en pesos, pero siempre asumiendo el riesgo cambiario.
El IDU también tomó la decisión de hacer una actualización del precio en euros con la inflación de la zona europea, ya que en los últimos años también la inflación ha crecido desproporcionadamente.
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TransmiCable
¿Qué otros proyectos tienen en la mira?
Permanentemente estamos persiguiendo alrededor de 10 o 15 proyectos cada año.
Estamos muy interesados y seguimos muy de cerca ciudades que pueden estar próximos a tener otros cables, como por ejemplo Manizales, que desde hace muchos años ha manifestado el interés de tener una red de cinco teleféricos, creemos que eventualmente podrá ocurrir.
Así mismo, después de que el Presidente anunció que ayudaría a Medellín a tener cinco teleféricos más, está en el foco. Bucaramanga también ha manifestado interés en tener nuevos sistemas.
Ibagué ya tiene algunos estudios de prefactibilidad para construir un nuevo teleférico, estamos pendientes de cuál es el resultado de ese estudio.
En Armenia también podría darse uno en el eje cafetero.
Santa Marta desde hace muchos años ha querido hacer un cable entre Rodadero y Santa Marta, pasando por la ciudad.
Todos muy interesantes, falta ver si todos pueden ser factibles.
¿Cuál es la meta en el país?
En Colombia buscamos, así como en todo el mundo, ser los líderes en teleféricos.
En todo el mundo cada año construimos entre 100 y 120.
Queremos proveer de nuestra tecnología de punta, encaminados a mejorar las vidas de los usuarios y reducir los costos de operación y mantenimiento.
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PAULA GALEANO BALAGUERA
Portafolio