Trabajadores, Gobierno y empresarios; ya tienen uno de los dos datos que necesitan para sentar sus posiciones dentro de las negociaciones del salario mínimo que comenzaron esta semana y que por ahora avanzan de forma tranquila, a la espera de que los vaticinios de que se irá por decreto no se cumplan y las partes logren ponerse de acuerdo.
Se trata de los datos de productividad, entregados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) a la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, y que se juntarán al dato de inflación para noviembre que se tendrá a finales de esta semana para las respectivas propuestas.
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Al término del encuentro de este martes -3 de diciembre- la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, contó que la Productividad Total de los Factores (PTF) fue del 1,73%, mientras que la productividad laboral por hora trabajada alcanzó el 3,43%. Además, la productividad laboral por persona empleada fue del 1,76% y se reportó una productividad media del 3,14%, reflejando una tendencia positiva en términos de eficiencia.
Un elemento relevante en el informe del Dane tuvo que ver con que la reducción en las horas trabajadas no ha afectado el nivel de empleo, lo que para el Gobierno se entiende como que la economía mantiene su capacidad de producción con menos tiempo laboral, lo cual podría estar vinculado a avances tecnológicos o cambios estructurales en los sectores productivos, factores que podrían ser clave en el análisis para fijar el salario mínimo.
“Aunque sabemos que esta variabilidad está de acuerdo a los sectores de la producción, como el sector agricultor, el sector minero, el sector turístico, el sector de las artes; vamos a tener la posibilidad de comprender con mayor profundidad lo que nos han contado, porque es muy importante determinar si esto es un problema estructural, si se debe a alta tecnología o simplemente es un proceso de crecimiento económico en términos generales”, indicó.
En este sentido acotó que “nos queda también el interrogante, de si puede ser también producto de la aplicación de la normatividad legislativa en términos generales”, lo cual entrarán a analizar en el encuentro que se citó para el miércoles 4 de diciembre a las 8 de la mañana en la sede del Ministerio del Trabajo.
Ramírez Ríos subrayó que la protección del valor adquisitivo del salario mínimo será un eje central en las discusiones, dado que no solo se trata de mantener el poder de compra de los trabajadores frente a la inflación, sino también que se refleje su aporte al crecimiento económico, garantizando justicia social y equilibrio económico.
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“La Subcomisión de Productividad se enfocará ahora en ponernos de acuerdo frente a cuál de estas cuatro cifras que hemos entregado, que nos ha entregado el Dane, vamos a recomendar a la comisión de concertación para que se construya el primer dato oficial con el que entraríamos a construir la cifra del salario mínimo que requiere Colombia”, acotó.
El dato de productividad es un tema que está regulado tanto por la Constitución Política, como en el Código Sustantivo del Trabajo y otras normas, donde se toma como una medida económica que refleja el crecimiento en la eficiencia con la que se utilizan factores de producción como capital y trabajo, para generar bienes y servicios.
Dicho de una forma simple, se encarga de mostrar cómo ha evolucionado la capacidad de la economía para producir más valor con los recursos disponibles, durante los últimos años y si se están usando bien o no los recursos que tiene la Nación, tanto en lo público como en lo privado, a la hora de generar desarrollo.
Acá se debe tener en cuenta que un aumento en la productividad refleja que las empresas están generando más ingresos por unidad de trabajo, lo que implica que los trabajadores han incrementado su contribución al crecimiento económico de esas empresas y del país en general. Así mismo, vincular el salario mínimo al dato de productividad también beneficia a los empleadores, ya que asegura que los aumentos salariales sean sostenibles y no excedan la capacidad financiera de las empresas.
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Un dato sorpresa
Fabio Arias, presidente de la Cut, manifestó que recibieron con beneplácito los datos entregados por el Dane, dado que consideran que reflejan la diferencia que hay entre lo trabajado y lo producido en Colombia.
“Han sorprendido a los empresarios, y a nosotros los trabajadores, esos datos de productividad nos sorprenden positivamente. Si bien es cierto que nosotros tenemos diferencias sobre la metodología, debemos registrar positivamente que esta metodología también, al igual que la que hemos siempre defendido nosotros, establece una diferencia significativa entre la productividad total factorial y la productividad laboral”, explicó.
Debido a esto, enfatizaron en que la Comisión de Concertación debe tomar en cuenta “la productividad laboral, y por tal motivo, esa deuda salarial que se ha tenido en todos los años anteriores de los gobiernos neoliberales y pro-empresariales, que siempre han aplicado la productividad total factorial, es una oportunidad para que esa brecha pueda ser reducida”.