Crédito de foto: Especial para 90minutos.co
Por Gerardo quintero Tello
Jefe de redacción de 90 minutos
Ante el inminente retorno de ciertas actividades productivas a partir del próximo lunes 27 de abril, 90 Minutos tuvo acceso a un documento del Centro de Inteligencia Económica y Competitividad, CIEC, de la Secretaría de Desarrollo Económico de Cali, que revela cómo están distribuidos los riesgos de contagio entre la población trabajadora en el momento en que se levante la cuarentena.
Como es sabido, el Gobierno nacional anunció que aunque el aislamiento preventivo obligatorio se extendió hasta el 11 de mayo, dos sectores podrán retornar actividades a partir del 27 de abril, siempre y cuando cumplan con una serie de exigencias de seguridad que protejan a sus empleados.
La construcción y la industria manufacturera son los dos sectores productivos que iniciarán el paulatino regreso a la actividad económica, a pesar de que en el país se ha generado una polémica porque aún los casos de Covid-19 no se han detenido y la cifra de contagiados y fallecimientos continúa en ascenso. En ese sentido, de acuerdo con estimados del Gobierno nacional, la industria manufacturera mueve cerca de seis millones de empleos en el país. Mientras tanto, el sector de la construcción presentó 250 proyectos, que podrían reactivarse en 16 departamentos, y que genera empleo para cerca de dos millones de personas de manera directa e indirecta.
El visto bueno para que este proceso se dé y que las empresas autorizadas cumplan con los requisitos lo deberá otorgar cada alcaldía, así lo estableció el Gobierno Nacional. Los protocolos de seguridad constan de siete pasos: tomar la temperatura cuando se ingresa al espacio laboral, que exista una distancia mínima de dos metros entre trabajadores, uso de tapabocas obligatorio, protección de barrera en el rostro, turnos flexibles para que no haya aglomeraciones de personal, espacios para el lavado permanente de manos y estrategias para incentivar medidas sanitarias en la empresa.
Para Argemiro Cortés Buitrago, secretario de Desarrollo Económico, la ciudad se debate en un dilema entre reabrir la parte económica o mantener la cuarentena. Sin embargo, el funcionario reconoce que es necesario volver a reactivar la producción en la ciudad porque ni la ciudadanía ni el Estado cuentan con recursos para sostener a las poblaciones más vulnerables de la capital del Valle.
Sin embargo, Cortés insistió en la necesidad de seguir fortaleciendo los protocolos de seguridad para evitar una situación compleja en materia de salud. Una posición que comparten los concejales Milton Castrillón y Roberto Ortiz, quienes también se mostraron de acuerdo con reabrir algunos sectores productivos de la ciudad, pero manteniendo un control municipal de las condiciones de bioseguridad de cada empresa a la que se le permita volver a funcionar.
Para Octavio Quintero, presidente de Fenalco Valle, el regreso de la actividad productiva es fundamental, pero también del comercio porque estos son los que realmente mueven la producción de la industria. “Los protocolos están probados, la cadena de alimentos está trabajando con productos de consumo masivo y se han defendido con protocolos muy buenos. Ahora se tendrá que ser más riguroso para no poner en riesgo la vida ni la salud de los colombianos”, indicó el líder gremial.
Mientras tanto, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, también se sumó al debate de la reactivación económica y dijo que este debe realizarse de manera progresiva. “Si se hace de forma desbordada en tres meses o menos la situación se nos complicaría. A partir del lunes los sectores de la construcción y manufacturas deben hacerlo de manera programada y orientada, con coordinación sanitaria, con tiempos regulados, así podemos reducir las posibilidades de contagio”, precisó Ospina.
El mandatario de los caleños, igualmente, propuso la reactivación económica sume la operación de otros renglones de la economía. “Si tuviese la oportunidad de orientar una ruta yo le diría a todos los señores empresarios e industriales que empecemos por activar la economía orientada a la propia pandemia porque esa es una industria que hoy necesitamos profundizar en términos de gasto público y privado”.
Ospina también dejó en claro que la salud es otro renglón económico que fortalecerá ese proceso. “Si uno aísla adecuadamente el sector de la covid en las clínicas y hospitales, los otros sectores que tienen capacidad y cultura para asumir la protección se pueden mover de inmediato, entonces también nos meteríamos en un proceso de mover económicamente sectores que están parados: los odontólogos, los otorrinos, los cirujanos plásticos, los pediatras…”
Finalmente, el médico Ospina enfatizó que los emprendimientos asociados a la seguridad alimentarias, sumado al de los cuidadores y servicios en casa, también serían de mucha utilidad en el proceso de reactivación.
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Lo que revela el informe
Ahora, en lo que respecta a la caracterización de esa fuerza laboral que comenzaría a regresar a partir del lunes, el informe del Centro de Inteligencia Económica y Competitividad, CIEC, indica que en la capital del Valle durante 2019 había 1.255.227 trabajadores, tomando la clasificación de oficios dada por la OIT y el Sena.
Según el informe del CIEC, el 53,1% de los trabajadores -666.600- se concentran en oficios con alto nivel de contacto social. Este sería el segmento más expuesto al contagio al levantar la cuarentena. Con nivel medio de contacto habría 219.900 empleados, es decir, el 17.5% de los trabajadores. Con bajo nivel de contacto 368.700 empleados, lo que corresponde al 29.4%. Dicho en otras palabras, los niveles de bajo riesgo de contagio por contacto social lo tendrían 3 de cada 10 trabajadores, medio, dos de cada 100 y alto, cinco de diez. Los guarismos dejan un margen de maniobra del 50% para mejorar las medidas de distanciamiento social y cerca de la mitad de la población trabajadora sobre la que habría que establecer protocolos de seguridad y trabajar desde ya en el diseño de las buenas prácticas de seguridad en el trabajo.
Las ocupaciones con alto riesgo
Se concentran sobre todo en oficios como: “trabajadores de los servicios y vendedores de comercios y mercados” con 275.000 trabajadores. En esta categoría hay oficios como el de chofer, cajero de supermercado, vendedor de vitrina, peluquero y los asociados al cuidado personal, los cuales tienen mayor contacto con el público. Le siguen las ‘Ocupaciones elementales’ con 222.000 trabajadores, donde agrupan oficios como el de barrendero, oficios varios de aseo, lavado de autos y peones. Entre estos grupos se concentran el 40.1% de los empleos totales y son el 74.6% de los oficios de alto riesgo, el restante 25.4% de los oficios de alto riesgo se concentran en los militares, policías y los operarios de la industria manufacturera, es decir obreros, que participan con 83.000 y 86.000 empleados respectivamente.
Las ocupaciones con riesgo mediano
El principal grupo de los de riesgo medio consta de 145.000 empleados correspondientes a técnicos y profesionales de nivel medio y se compone de ingenieros, financieros, jurídicos, administrativos de la salud, entre otros. Les sigue en peso el grupo el de oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas y de otros oficios con 74.587 trabajadores concentrados en oficios como los oficiales y operarios de la construcción (obra gruesa), oficiales de metalurgia, supervisores de procedimiento de alimentos, entre otros. Entre ambos explican, como se anotó, el 27.5% del empleo total.
Las ocupaciones con bajo riesgo
Se concentran en el personal de apoyo administrativo con 237 mil empleados —18.8% del empleo total y el 64.3% de los oficios con bajo riesgo— este tipo de oficios permiten la fácil articulación al teletrabajo por ser en su mayoría de oficina sin contacto con el público, comprende oficios como contables, administrativos y sus auxiliares. Los restantes grupos de oficios estarían en los profesionales científicos e intelectuales siendo éstos 28.000 trabajadores —2,2% del empleo total y el 7,5% de los de bajo riesgo— y los trabajadores del agro, cerca de 8.700 —0.7% del empleo total y el 2.4% de los de bajo riesgo— , lo cuales, igualmente por condiciones de trabajo al aire libre o en espacios controlados, permiten fácil adaptabilidad al contexto de control biológico.
Lo que recomiendan
Desde la Secretaría de Desarrollo Económico se hace un llamado al sector productivo, la Secretaria de Salud, las ARL y en general a los actores relacionados con los procesos productivos y su gestión para que se proponga una “agenda de buenas prácticas de seguridad biológica en el trabajo”, necesaria en el contexto próximo de la reactivación económica en post pandemia. Estas buenas prácticas pasan tanto por el autocuidado de los empleados como por el rediseño de los procesos productivos como tal, es decir una reorganización del trabajo en el espacio. Es necesario que los esfuerzos y experiencias que vienen consolidando al respecto algunos empresarios e instituciones se conviertan en una agenda pública para la reincorporación a la producción de los trabajadores caleños.
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