Crédito de foto: Especial para 90minutos.co
En medio de un día lluvioso y nublado Cali despertó más viva que nunca, sus calles eran la muestra de personas que hoy transitaban sin ninguna restricción de movilidad por la ciudad.
Después de cinco meses de aislamiento obligatorio, hoy, 1 de septiembre cerca de 300 mil caleños más volvieron a salir a las calles de la capital; pues bien, durante la cuarentena estaban circulando un millón de personas.
El transporte público es uno de los lugares más concurridos por los usuarios de Cali y si bien, se percibe un ambiente de positivismo y responsabilidad social, aún hay algunos que temen ante la nueva normalidad.
90 Minutos hizo un recorrido por Cali para mostrarle el nuevo panorama.
El pico y cédula y el transporte sanitario a partir de hoy no serán una condición para poder transitar por las calles de Cali, sin embargo, usuarios del Mío explican que, la decisión de terminar la cuarentena genera incertidumbre en la ciudadanía, pero reconocen que la responsabilidad de su salud recae ahora, en ellos mismos.
Desde la secretaría de desarrollo económico de Cali, llaman nuevamente al autocuidado y a la autorregulación, pues la pandemia aún no se ha ido.
“Hoy hay una nueva modalidad, ya no hay pico y cedula, ya no habrá toque de queda, no hay ley seca, hay movilidad; yo puedo salir con mis hijos, puedo salir con mis abuelos y salir a hacer deporte. En gran medida esta semana el 95% del sector económico de la ciudad está abierto, pero la responsabilidad ya no es del gobierno ni es del estado, es de uno” dijo el secretario, Argemiro Cortés para 90 Minutos.
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La nueva normalidad comienza a abrirse paso.
La calle quinta, la Simón Bolívar, la pasoancho y otras vías de la Cali vuelven a congestionarse. Cientos de conductores comienzan a recibir la rutina de los trancones en los horarios de pico.
Sectores de alto flujo de personas como el centro se reactivaron y los comerciantes esperan con positivismo que el sector vuelva a normalizarse.
“Yo creo que sí va a funcionar porque la gente ya tomó consciencia y se va a proteger. Porque la gente ya está aburrida de estar en la casa mano” explica Emilio Landázury, en su puesto de frutas en el centro.
Por su parte, el comerciante del centro, Alexander Torres asegura que se debe asumir con consciencia que la nueva normalidad debe construirse con la responsabilidad de todos, porque la vida se transformó. “No podemos vivir como antes, las cosas cambiaron”.
El cierre de cinco meses generó pérdidas incalculables en todos los sectores de la economía. Cerca del 30% de la población de Cali perdió el empleo durante la pandemia, el rebusque y el emprendimiento se volvieron comunes entre los ciudadanos.
El comercio comienza a abrirse paso con un 95% de establecimientos abiertos. En el centro de Cali, saben que deben cumplir a cabalidad todos los protocolos porque un nuevo cierre llevaría a la quiebra a más de un comerciante.
Otros sectores.
Desde la secretaría de desarrollo económico de Cali plantean que paulatinamente la economía se restablecerá las próximas semanas, canchas de fútbol y discotecas hacen parte de los nuevos pilotos que se preparan para empezar a trabajar.
“No están permitidas las discotecas, no están permitidos los bares y el consumo de licor en espacios públicos y tercero no puede haber aglomeración de más de 50 personas” indició el secretario, Argemiro Cortés.
El sector de los gimnasios que se vio bastante afectado por los cierres de más de 20 semanas, busca con medidas de bioseguridad que el ejercicio pueda combatir el virus.
“Expectativas muchas, esperamos que la gente se anime y llegue con sus protocolos, que estamos listos para cuidarlos, que estamos listos para la atención y el cuidado de todos nuestros clientes” dijo Luis Fernando Osorio, propietario de gimnasio en Cali.
La ciudad comienza a recuperar su estilo de vida, sin embargo, las pérdidas que se tuvieron durante estos cincos meses de cuarentena, golpearon la economía de la capital del Valle, incluso el secretario Argemiro Cortés, plantea que para recuperar una parte de la economía se necesitaría por lo menos tres años.
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