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Así son las rutas de la droga y la muerte en el Pacífico Colombiano – Cali – Colombia

Así son las rutas de la droga y la muerte en el Pacífico Colombiano - Cali - Colombia


‘El triángulo de la marihuana y la coca’, así es denominado el punto de control del corredor de la droga y la muerte en el Pacífico colombiano. Desde allí entran y salen miles de toneladas de estupefacientes producidas en cuatro enclaves de un mercado bañado en sangre.

En este punto existe toda una cadena financiada con millones de dólares y pesos del crimen organizado para transportar los alucinógenos hacia Cali, labor para la que tienen dos opciones de ruta. Una sería la carretera troncal del orden nacional con el nombre ruta 31, la cual a lo largo de 85 kilómetros comunica a Santander de Quilichao -sitio de la masacre más reciente en el Pacífico–, pasando por Corinto y Miranda (norte del Cauca) con Florida y Pradera a su paso, en el Valle del Cauca.

Es decir, la droga en ese trayecto atraviesa dos de los municipios del denominado ‘Triángulo de la marihuana y la coca’, el cual está conformado por Corinto, Miranda y Toribío. Precisamente en Toribío, las comunidades indígenas en el resguardo Tacueyó han sido víctimas de ataques, asesinatos y amenazas. Allí ocurrió la masacre de la lideresa nasa Cristina Bautista y cuatro guardias indígenas a fines del año pasado.

Toda esta información la conocen autoridades de las gobernaciones de Valle, Cauca y Nariño, así como en las secretarías de Seguridad o Gobierno en Cali, Popayán y Pasto cuentan con esta información de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Delito y la Droga (Unodc).

El puerto de Buenaventura, Tumaco y Pasto son nodos secundarios, pero no por eso dejan de tener igual importancia.

De acuerdo con estos reportes, la segunda opción para llevar la droga procesada desde Nariño y Cauca es la vía Panamericana, la cual une el interior del país con el suroccidente nacional como una columna vertebral que pasa por Pasto, Popayán y Cali, esta última ciudad es considerada el nodo principal en esta cadena industrial ilegal en todo el Pacífico por los grupos armados organizados, algunos residuales y otros de paramilitares que trafican armas y están aliados con el narcotráfico para producir y comercializar la droga.

El puerto de Tumaco, Pasto, Popayán y Buenaventura son nodos secundarios, pero no por eso dejan de tener igual importancia.

Entre Tumaco y Buenaventura hay otra ruta, la del mar y los ríos, pasando por el Litoral, donde hay municipios agitados en orden público, como López de Micay, en Cauca. Jamundí no es otro nodo secundario, pero también es estratégico.

Tumaco es estratégico para sacar la droga por mar y es evidencia de los hechos de sangre que acompañan al narcotráfico, pues con casi 300.000 habitantes este municipio registra 150 asesinatos entre enero y octubre de este año, lo que representa el 51 por ciento de los 292 asesinatos ocurridos en todo el departamento de Nariño, según cifras de Medicina Legal. Buenaventura es el otro punto estratégico para salir al mar.

En los últimos 15 años,
la región Pacífico pasó de un potencial de producción de cocaína de 66 toneladas anuales en 2005 a 432 en la actualidad”

Tumaco también es punto estratégico por tierra, siendo la vereda Puerto Rico el lugar de intercambio de la droga. Puerto Rico está ubicada en la zona del Litoral y está en el centro de los cultivos ilícitos de todo Tumaco. Esta vereda y áreas aledañas son una zona tan estratégica que se ha convertido en el fortín de frentes ilegales como el ‘Óliver Sinisterra’, que comandaba alias Guacho. La importancia de esta zona se debe a que solo con dos minutos de navegación en el río Mataje y llegar a la zona de Corriente Larga ya se puede pisar suelo ecuatoriano.

El área del Mataje es una frontera natural con Ecuador de 28 kilómetros y es catalogada por la Policía Nacional como una ruta propicia para transportar la droga desde Suramérica hacia Centro y Norteamérica.

Fue cerca del río Mataje, pero en jurisdicción de Ecuador, donde en la mañana del 26 de marzo del 2018 los tres integrantes del equipo periodístico del diario El Comercio fueron secuestrados y, posteriormente, asesinados por orden de ‘Guacho’.

Los cuatro enclaves

La cadena de este macabro mercado arranca con los cultivos de coca y marihuana en cuatro grandes enclaves identificados dentro de esta economía irregular en Nariño y Cauca, donde hay más de 57.000 hectáreas de sembrados ilegales, la mitad de todos los cultivos en el Pacífico colombiano. De otro lado, la ruta en el Valle del Cauca es para la comercializar y exportar. De acuerdo con reportes de la Policía y el informe de Unodc, dos enclaves están en Nariño, con más de 37.000 hectáreas solo de coca, 8.000 hectáreas menos que hace dos años.

El primer enclave es el de la frontera de Tumaco con Ecuador, el cual ocupa el 8,5 por ciento del territorio de la región y contiene el 16 por ciento de la coca de la región, informó la Unodc. Allí las autoridades localizan áreas que requieren una intervención especial, como son los resguardos Gran Rosario, Inda Zabaleta, La Turbia y Cuayquier, y las zonas del Alto Mira y Frontera, pues los pobladores están en medio de un fuego cruzado y sin tener oportunidades de escaparse de intimidaciones para que siembren coca y marihuana.

Este es Argelia, en el sur caucano.

Este es Argelia, en el sur caucano, uno de los cuatro enclaves de la ruta de la droga en el suroccidente colombiano.

El segundo enclave de Nariño se localiza en la costa Pacífica nariñense, en los municipios de Olaya Herrera, El Charco, y sectores de Magüí Payán y La Tola. Esta zona posee una relación estrecha con una amplia red de ríos y de manglares que permiten conexión directa con el océano Pacífico.

Los otros dos enclaves están en el Cauca, donde la cabecera municipal de Argelia y sus corregimientos El Mango, Sinaí y El Plateado, junto al municipio de El Tambo forman el tercer enclave del Pacífico con casi 10.000 hectáreas de cultivos. Argelia ha sido azotado por masacres y asesinatos selectivos. Según la Unodc, ahora esta es la principal zona de producción en el Pacífico por encima de Tumaco.

La Unodc y las autoridades coincidieron en que en la zona de El Naya, entre Cauca y Valle del Cauca, se localiza el último enclaves de producción con sus cultivos, los que se iluminan como si fueran pesebres, al igual que en Argelia y El Tambo.

Reportes de inteligencia de la Policía y la Oficina de las Naciones Unidas contra el Delito y la Droga (Unodc) señalan que así como Cauca y Nariño son claves en la producción de la droga, el Valle del Cauca –en especial Cali–, es el nodo principal para la comercialización de los estupefacientes.

Es así que desde Pasto esta ruta hacia la comercialización de la droga sigue por la vía Panamericana, pasa por Popayán, continúa hacia el punto de control, donde está el ‘Triángulo’ con Corinto, Miranda y Toribío, para tomar hacia Jamundí (Valle).

Según la gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, la alcaldía de Jamundí y la Policía Metropolitana de Cali, que tiene jurisdicción en esa zona, allí está asentado el grupo disidente de las Farc ‘Jaime Martínez’. Razón por la cual el alcalde de Jamundí, Andrés Felipe Ramírez, ha hecho llamados al Gobierno Nacional para que no dejen solo a Jamundí en la lucha contra el narcotráfico, además de la comercialización de armas, pues este año se han registrado dos masacres.

Infortunadamente, Cali se ubica estratégicamente para que los procedimientos del narcotráfico se faciliten y conecten el suroccidente con el resto del país

En cuanto a las rutas, los informes señalan que en Cali no se identifican cultivos, sino que es el enlace estratégico, centro de comercialización y punto final de corte y distribución minorista de la droga.

“Infortunadamente, Cali se ubica estratégicamente para que los procedimientos del narcotráfico se faciliten y conecten el suroccidente con el resto del país”, dijo el secretario de Seguridad de la capital vallecaucana, Carlos Rojas.

En esa ruta de comercialización se indicó que uno de los trayectos es entre Miranda y Cali, a menos de una hora de camino. La droga llega por el suroriente, donde está la comuna 15, y donde el 11 de agosto fueron asesinados cinco adolescentes en lo que se conoció como la masacre de Llano Verde.

Al salir de Cali se toma la vía hacia Buenaventura, como el último destino dentro del país para el embarque de la droga hacia el exterior, toda una ruta que a su paso siembra el terror entre las comunidades, alcanzando los cascos urbanos, como Cali y municipios pequeños en Cauca y Nariño.

CAROLINA BOHORQUEZ
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO EN CALI

Fuente de la Noticia

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