Home Vida y estiloSalud Avances en el manejo de pacientes con enfermedad hepática colestásica: ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?

Avances en el manejo de pacientes con enfermedad hepática colestásica: ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?

por Redacción BL
0 comentario

por Xia & He Publishing Inc.

Resumen gráfico. Crédito: Revista de hepatología clínica y traslacional (2024). Documento de la investigación: 10.14218/JCTH.2023.00519

Las enfermedades hepáticas colestásicas (EHC) son un grupo de trastornos que se caracterizan por la alteración de la formación, secreción o excreción de bilis. Esta alteración conduce a la acumulación de ácidos biliares en el hígado, lo que provoca anomalías bioquímicas hepáticas y daño histológico.

La colestasis puede ser intrahepática, es decir, cuando se dañan los conductos biliares del hígado, o extrahepática, es decir, cuando se obstruyen los conductos biliares fuera del hígado. La colestasis crónica puede provocar fibrosis hepática y cirrosis. Los tipos más comunes de EHC son la colangitis biliar primaria (CBP) y la colangitis esclerosante primaria (CEP).

Las enfermedades hepáticas crónicas se clasifican en intrahepáticas y extrahepáticas según su etiología. La colestasis intrahepática es causada principalmente por disfunción inmunitaria, infecciones virales, lesiones inducidas por fármacos y daños relacionados con el alcohol, mientras que la colestasis extrahepática suele ser consecuencia de cálculos, tumores o estenosis de los conductos biliares.

El diagnóstico generalmente implica evaluar los niveles elevados de enzimas hepáticas, específicamente la fosfatasa alcalina (ALP) y la gamma-glutamil transferasa (GGT). Los niveles elevados de ambas enzimas sugieren colestasis; otras evaluaciones endoscópicas y por imágenes ayudan al diagnóstico.

Otras herramientas de diagnóstico incluyen la biopsia hepática, la colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) y la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Estos métodos ayudan a evaluar el grado de daño hepático e identificar la causa subyacente de la colestasis.

El tratamiento primario de la EHC se centra en aliviar la causa subyacente y controlar los síntomas. La intervención quirúrgica o endoscópica es eficaz para las causas obstructivas, mientras que se recomienda la suspensión de los fármacos causantes o el alcohol y los tratamientos antivirales para la colestasis inducida por fármacos o relacionada con virus. El manejo de los síntomas como el prurito y la fatiga también es crucial para mejorar la calidad de vida de los pacientes con EHC. Los tratamientos sintomáticos incluyen colestiramina, rifampicina y naltrexona para el prurito.

El tratamiento farmacológico de la CBP incluye:

  1. Ácido ursodesoxicólico (UDCA): el UDCA es el tratamiento de primera línea para la CBP. Mejora las respuestas bioquímicas, retrasa la progresión histológica y prolonga la supervivencia sin trasplante. La dosis recomendada es de 13 a 15 mg/kg/día; las dosis más altas no muestran beneficios adicionales. El UDCA actúa inhibiendo la síntesis hidrofóbica de ácidos biliares, mejorando la secreción de bicarbonato y reduciendo la apoptosis de los colangiocitos. A pesar de su eficacia, alrededor del 30 al 40 % de los pacientes con CBP muestran una respuesta inadecuada al UDCA.
  2. Ácido obeticólico (OCA): En pacientes que no responden al UDCA, el OCA, un agonista del receptor farnesoide X (FXR), ha demostrado ser eficaz para mejorar las respuestas bioquímicas y retrasar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, se asocia con tasas más altas de eventos adversos como el prurito. El OCA actúa reduciendo la síntesis de ácidos biliares y aumentando el transporte de ácidos biliares desde el hígado.
  3. Fibratos: El bezafibrato y el fenofibrato, como terapias complementarias al UDCA, han demostrado respuestas bioquímicas mejoradas en pacientes con CBP con respuesta incompleta al UDCA. Actúan activando los receptores activados por el proliferador de peroxisomas (PPAR), que inhiben la síntesis de ácidos biliares. Los ensayos clínicos han demostrado que los fibratos pueden reducir significativamente los niveles de fosfatasa alcalina y mejorar los resultados de los pacientes.
  4. Budesonida: En combinación con UDCA, la budesonida ha demostrado potencial para normalizar los niveles de fosfatasa alcalina en pacientes con CBP. Sin embargo, se necesitan ensayos clínicos más amplios para confirmar sus beneficios. La budesonida es un corticosteroide con un alto metabolismo de primer paso, que minimiza los efectos secundarios sistémicos al tiempo que actúa sobre la inflamación hepática.

Actualmente, no existen tratamientos farmacológicos aprobados para la colangitis esclerosante primaria. El UDCA se utiliza fuera de indicación, pero sus beneficios son inciertos. Se están realizando investigaciones para encontrar nuevos tratamientos potenciales, incluidos agentes antifibróticos, terapias inmunomoduladoras y otros medicamentos novedosos. El trasplante de hígado sigue siendo el único tratamiento definitivo para la colangitis esclerosante primaria avanzada, pero la recurrencia de la enfermedad después del trasplante es común.

Se están explorando nuevas vías de tratamiento para las EHC, entre ellas:

  • Factor de crecimiento de fibroblastos 19 (FGF19): reduce la síntesis de ácidos biliares y se muestra prometedor en los primeros ensayos clínicos tanto para la CBP como para la CPE.
  • S-adenosil-L-metionina (SAM-e): mejora la protección de los hepatocitos y puede mejorar la función hepática en condiciones colestásicas.
  • Medicamentos esteroides: las propiedades antiinflamatorias ayudan a controlar los síntomas, particularmente en la colestasis de origen autoinmunitario.
  • Agonistas del receptor farnesoide X: inhiben la síntesis de ácidos biliares y promueven el flujo biliar, ofreciendo un nuevo objetivo terapéutico para diversas afecciones colestásicas.

Se han logrado avances significativos en la comprensión y el tratamiento de las enfermedades hepáticas colestásicas. Si bien el UDCA sigue siendo la piedra angular del tratamiento de la CBP, nuevas terapias como el OCA, los fibratos y la budesonida ofrecen opciones adicionales para los pacientes con respuestas deficientes a los tratamientos estándar. En el caso de la CSP, se están realizando investigaciones para encontrar tratamientos eficaces. Los avances continuos en las terapias farmacológicas y la mejora de los criterios de diagnóstico son cruciales para mejorar los resultados de los pacientes con enfermedades hepáticas colestásicas.

El tratamiento de las enfermedades hepáticas colestásicas requiere un enfoque multidisciplinario que involucre a hepatólogos, gastroenterólogos y médicos de atención primaria. El seguimiento regular y la intervención temprana pueden prevenir complicaciones y mejorar el pronóstico de los pacientes con estas difíciles afecciones.

Los hallazgos son: publicado en el Revista de hepatología clínica y traslacional.

Más información:
Xin Luo et al, Progreso en el tratamiento de pacientes con enfermedad hepática colestásica: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos? Revista de hepatología clínica y traslacional (2024). Documento de la investigación: 10.14218/JCTH.2023.00519

Proporcionado por Xia & He Publishing Inc.

Citación: Avances en el tratamiento de pacientes con enfermedad hepática colestásica: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos? (12 de julio de 2024) recuperado el 12 de julio de 2024 de https://medicalxpress.com/news/2024-07-patients-cholestatic-liver-disease.html

Este documento está sujeto a derechos de autor. Salvo que se haga un uso legítimo con fines de estudio o investigación privados, no se podrá reproducir ninguna parte del mismo sin autorización por escrito. El contenido se ofrece únicamente con fines informativos.



Fuente de la Noticia

You may also like

Leave a Comment

Noticias de Buenaventura y el mundo

2024 – All Right Reserved. [email protected]