En la tercera jornada de este encuentro, organizado por OAG, Cooperativas Agro-alimentarias, Hispatec y Etsiam, se han analizado cuestiones relacionadas con la robótica y la inteligencia artificial para los viticultores y el uso de sistemas de predicción de datos y herramientas de apoyo a los agricultores para los cultivos arables.
Durante el debate sobre «Sistemas de predicción y datos» en la jornada sobre cultivos arables, el técnico de la unidad de información geográfica e innovación en el Instituto Tecnológico agrario de Castilla y León (Itacyl), Alberto Gutiérrez, ha recalcado que actualmente se puede disponer de «muchísima información», pero que la clave está en «digitalización fácil y formación».
«Desde el punto de vista de la Administración, creo que se debería centrar en hacer que esta información llegase de forma fácil al agricultor, de manera casi rápida y muy sencilla, y, por otra parte, en la formación», ha afirmado Gutiérrez.
Durante esa misma sesión, la jefa de área de cereales y arroz en la subdirección general de cultivos herbáceos industriales y aceite oliva en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), María Gema Ramírez, ha añadido que la información ha de ser «precisa, exacta, actualizada», para poder establecer «orientaciones en las políticas agrarias de ordenación» adecuadas.
LA VARIADA OFERTA Y «MALAS EXPERIENCIAS» ESTÁN RALENTIZANDO LA DIGITALIZACIÓN DEL CAMPO ESPECIALMENTE EN EL VIÑEDO
En lo que se refiere a la maquinaria y robótica, el profesor Gonzaga Santesteban, de Pilotvid (Universidad Pública de Navarra) ha citado el caso concreto del sector vitivinícola que en algunos casos aún no da el paso hacia la implementación de nuevas tecnologías por la variada oferta y «malas experiencias», lo que ralentiza la digitalización del campo.
«No se trata de un sector reacio a la tecnología, pero puede estar cansándose de tecnologías que no le han dado la solución, pero en la gente está el deseo de tener herramientas», ha asegurado.
«Da la sensación de que no tiene una disponibilidad de recursos y de datos como la industria u otros sectores de servicios o energía», ha destacado Guzmán, en referencia al tamaño de las producciones.
Los expertos han coincidido en la dificultad a la hora de cuantificar el beneficio que uno percibe con la introducción de nuevas tecnologías, pero es necesario para su «supervivencia en el mercado».
«Si eres productivo podrás estar y, si no, te expulsarán (…). Al final se van a tener que plantear esa robotización en su explotación», ha resumido Manjón.
«El cambio será con el cambio de generación. En la gestión de las bodegas está la generación de los «baby boomers» o la Generacion X. Con los millennials ya está entrando más este proceso. Cuando se produzca un cambio a la siguiente, a los nativos digitales, será una realidad», ha asegurado el director de Sostenibilidad y Comunicación de Bodegas Cuatro Rayas, Álvaro Gago.
En esa línea, Gago ha destacado que, si se implementan de la manera adecuada, las tecnologías permitirán un mayor rendimiento de los cultivos, lo que, en contra de la fama que se ha ganado, permitirá la fijación de la población al territorio rural.
Por otra parte, durante la sesión de casos de éxito en cultivos arables, los ponentes han destacado que «la digitalización ha llegado para quedarse», tras insistir en el rol que jugarán los monitores de rendimiento dentro de las tecnologías futuras que pueden ganar un mayor papel.