Redacción
Poco antes de las 7:00 a. m., cuando el sol apenas despuntaba entre las torres de edificios del norte de Barranquilla, Dante Palacios ya completaba dos horas de trabajo en el parque de la Electrificadora.
Después de cinco meses, el hombre regresaba al lugar a realizar el trabajo como instructor de fitness, labor que desarrolla allí desde hace 15 años.
“Antes del covid-19 manejaba hasta 10 personas, ahora solo se permiten dos”, dijo luego de terminar el entrenamiento con el primer grupo, y salir a buscar a otros dos clientes.
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Al igual que Palacios, otros tres instructores madrugaron el miércoles pasado a trabajar con sus clientes en el parque, que ese día lucía lleno de movimiento, gracias a la orden del Distrito de permitir los horarios libres para práctica de ejercicio, la apertura de los gimnasios biosaludables en parques y la habilitación de deportes individuales.
La medida fue bien recibida por Palacios, sus colegas y las personas que hacen ejercicio en el parque de la Electrificadora, que sienten que la ciudad poco a poco retoma su ritmo, aunque conscientes que no será como antes.
Dante Palacios es instructor en el parque de la Electrificadora desde hace 15 años.
Leonardo Herrera / EL TIEMPO
“Tenemos que mantener la mascarilla, la distancia y el alcohol, pero esto es mejor que estar encerrado”, cuenta Palacios, quien en estos meses debió trabajar con clases personalizadas. “No es lo mismo que trabajar en el parque”.
El miércoles fue el primer día de esta medida. Los 150 parques que ha recuperado la ciudad y que disponen de gimnasios biosaludables volvieron a estar ocupados por las personas que desde las primeras horas llegaron a realizar ejercicios.
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“Les echamos alcohol para evitar cualquier contagio”, dice Ramón, pensionado que llegó con otro amigo a realizar trabajo de estiramientos muscular en las máquinas que se encuentran en el parque del barrio El Limoncito, al norte de la ciudad.
¿La ciudad está lista?
El coronavirus golpeó con mucha fuerza a Barranquilla, ciudad en la que 1.605 personas (hasta el viernes) murieron en estos cinco meses, y a la fecha mantiene 35 mil casos activos, y millonarias pérdidas en el sector comercial e industrial, que dejan como consecuencia la pérdida de 150 mil empleos.
El alcalde Jaime Pumarejo ha sido reiterativo en el mensaje que la reactivación económica y social de la ciudad será por fases, de manera responsable.
Bajo estas premisas comenzó a ‘soltar la pita’, como él mismo ha llamado a la forma de ir otorgando permisos algunos sectores para que entren en servicio. Primero fueron los comerciantes; luego, el transporte público.
La semana pasada, el sector gastronómico. Los primeros pilotos fueron 30 restaurantes a los que en las próximas horas se sumaran 200.
Los parques de Barranquilla cobraron vida, gracias a la afluencia de público.
Vanexa Romero / EL TIEMPO
La apertura de estos espacios público es mirada con reserva, por algunas personas que temen en la ciudad se presente un rebrote, como ha ocurrido en otros países. “Yo me siento seguro es en mi casa”, sostiene Luis Avendaño, estudiante universitario, que denuncia las faltas permanentes de personas a las medidas de bioseguridad.
La ciudad está lista parcialmente, el Distrito tendrá que hacer grandes esfuerzos en algunos sectores
El investigador social Ángel Tuirán, que acaba de realizar un trabajo con el Instituto de Desarrollo Político e Institucional sobre el coronavirus en Barranquilla, en el que destacan que las medidas restrictivas para la movilidad de los barranquilleros evitó más casos de contagio, piensa que con base en los datos de las últimas semanas es posible iniciar una reapertura de comercios y espacios públicos.
Los restaurantes poco a poco normalizan sus servicios.
Vanexa Romero / EL TIEMPO
Eso sí, Tuirán recomienda al Distrito hacer un rastreo juicioso y sistemático de los casos actuales.
“Es importante el aprendizaje acumulado en estos meses. Esto le permitirá a la administración tomar decisiones e implementar aquellas acciones que han mostrado resultados más eficientes en el manejo de la pandemia”, indicó el investigador.
El sociólogo Ferney Rodríguez, investigador de la Universidad Simón Bolívar, piensa que se después de cinco meses Barranquilla necesita retomar muchas de sus actividades económicas, pero sin descuidar los mecanismos de bioseguridad.
“La ciudad está lista parcialmente, el Distrito tendrá que hacer grandes esfuerzos en algunos sectores”, señala Rodríguez, quien recuerda algunos sectores y localidades con problemas de indisciplina social y de cultura ciudadana, donde “se hace necesario la presencia de la fuerza pública”.
Sobre la apertura de estos espacios públicos, el secretario de Recreación y Deportes de la Alcaldía de Barranquilla, Gabriel Berdugo Peña, asegura que su oficina hará un seguimiento al comportamiento ciudadano, así como al uso de los gimnasios biosaludables en parques.“Sigue siendo responsabilidad de todos cuidarnos y usar el deporte y la actividad física para el bienestar social”, concluyó.
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Leonardo Herrera Delgans
Corresponsal de EL TIEMPO Barranquilla
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