Millonarios volvió a quedar debiendo fútbol, pero el peso específico le alcanzó para derrotar 0-1 a Boyacá Chicó, en Tunja, en un resultado que lo deja con los mismos puntos del octavo, Medellín, pero aún por fuera del grupo de clasificados, por diferencia de goles.
Millonarios, últimamente, se parece más al equipo de antes de la pandemia, recién llegó Alberto Gamero, que al que terminó el 2020 arrollando a los rivales, con un lastre que no pudo superar. Ese equipo nervioso, ansioso, ganaba algunos puntos, pero no dejaba buenas sensaciones. Y así sucedió en Tunja, donde se dejó llevar por la necesidad.
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Gamero retocó la titular: sacó a Felipe Banguero, de muy mala noche contra Jaguares, y metió a Ómar Bertel. Klíver Moreno acompañó a Stiven Vega en la zona de recuperación. De la mitad hacia arriba, el equipo fue el mismo del lunes. Y Millos siguió extrañando el aporte de Andrés Román en la banda derecha. No parece casualidad que el bajón azul se haya dado desde que dejó de jugar.
A diferencia de lo sucedido 72 horas atrás, contra Jaguares, al menos esta vez la defensa no pasó tantos trabajos, en parte por algunos ajustes hechos por el técnico, en parte por la inocencia del ataque del Boyacá Chicó, que, sin embargo, le metió un susto grande en la primera etapa con un remate de Brayan Moreno que se estrelló en el horizontal.
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Y también a diferencia del juego de tres días atrás, Millonarios casi ni hizo remates. De los 24 (la mayoría desviados) del duelo contra Jaguares, en Tunja solo tuvo cuatro tiros, uno solo a la portería de Pablo Mina.
Un gravísimo error arbitral terminó desequilibrando el partido a favor de los visitantes. El juez Nicolás Gallo determinó que hubo penalti en una acción del central venezolano Henry Plazas, a quien la pelota le pegó en el pecho. Gallo vio mano. Iban cuatro minutos del segundo tiempo cuando Cristian Arango engañó a Mina y anotó el 0-1.
LA MANO DE GALLO
En el juego Chico vs Millos el árbitro Nicolás Gallo pitó está acción de Plazas del local como mano penalti, no veo que el balón toque la extremidad, pues le pega en la cara y el pecho, Gallo se equivocó al sancionar el penalti ¿Cómo la vieron ustedes? pic.twitter.com/Yprg2qCt2s— joseborda (@joseborda1) March 5, 2021
Boyacá Chicó tuvo mucha voluntad, pero poca materia prima para darle vuelta al resultado. En medio de todo, Millonarios logró manejar la ventaja a su favor y en la más clara que tuvo el local, el portero Christian Vargas respondió muy bien.
Gamero no echó atrás al equipo e hizo cambios para tratar de mantener la posesión, con la entrada de Hárrison Mojica y Daniel Ruiz. Incluso pudo anotar un segundo gol, en una jugada que Émerson Rodríguez no resolvió bien, cuando tuvo la opción de tirar al arco y se demoró una eternidad.
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El remate del partido tuvo otras dos acciones para revisar. Jáder Valencia, recién entrado al campo, golpeó muy fuerte a Kevin Londoño. La falta fue durísima y Gallo resolvió con amarilla. Y un par de minutos después, Duván González se la cobró: fue al bulto, directo a Valencia, y terminó justamente expulsado.
Millonarios llegó a 16 puntos en la tabla. Le faltó un gol para terminar, con el campeonato al día, metido entre los ocho. Su fútbol sigue dejando dudas. Pero al menos, se devuelve de Tunja con la tranquilidad de volver a sumar, después de dos derrotas seguidas.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc
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