Carlos Vargas Cubides, un geólogo de 60 años, su hijo Sebastián Vargas Esteban, un arquitecto de 31 años, y su nuera, la novia de Sebastián, Alejandra Soler, fallecieron en el lugar del siniestro vial.
De milagro, sobrevivió Martha Esteban, de 51 años, la esposa y madre de dos de las víctimas, Carlos y Sebastián, quien se recupera de las heridas que le provocó el accidente.
“De acuerdo a la decisión de mi cuñada, que en primera instancia nos transmitió, los cuerpos de mi hermano, de mi sobrino y de la novia de mi sobrino, serán trasladados de Ibagué a Bogotá, para ser cremados. Posteriormente lo que se realizará, será llevar sus cenizas a Garagoa (Boyacá), para que se rindan las exequias, con un homenaje cariñoso, al lado de todos quienes los amábamos, y del pueblo que tanto los quizo y admiró”, explicó Oscar Vargas Cubides, hermano del mayor de las víctimas boyacenses.
En Garagoa esperan entonces las cenizas de Carlos, Sebastián y Alejandra, a quienes la comunidad recordaba con cariño, pues la familia Vargas Cubides, siempre se caracterizó por llevar en sus venas la música, antes que la geología y la arquitectura.
Sebastian, era además contratista de la alcaldía municipal, y ejercía como profesional residente del proyecto de renovación del auditorio de la casa de la cultura tomas Villamil de Garagoa.