Recientemente, el Dane realizó un análisis de datos sobre la toma de decisiones y el poder de negociación en el hogar a partir de una serie de preguntas que se incluyeron en la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo.
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“La capacidad de una persona para incidir en una decisión, de manera que sus preferencias sean tenidas en cuenta, depende de su poder de negociación al interior del hogar”, dijo la economista Nalia Kabeer en 2005. Y su premisa sigue cumpliéndose.
El 44,8 % de las parejas de sexo opuesto en el país están conformadas por una mujer que está sin trabajo y un hombre que está ocupado laboralmente. El resultado es que el 43,4 % de estas parejas, el hombre es el único con ingresos. El 15,5 % el hombre tiene más ingreso que la mujer y solo un 5,6 % es al revés.
Ahora bien, el 39,3 % de las mujeres considera que se decide en pareja si debería tener un empleo en contraste con el 32,8 % de los hombres. En promedio, el 19 %, de hombres y mujeres, cree que un cambio de apariencia en la apariencia personal se decide en pareja.
El 14,5 % de los hombres cree que está en ellos decidir pedir un préstamo para el hogar, solo un 6,9 % de las mujeres considera que esta es una decisión que deben tomar solo ellas. El 6,8 % de ellas, en contraste, considera que esto lo debe hacer un hombre.
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El Dane muestra que las brechas se sienten con mayor fuerza en los centros poblados y el rural disperso. Por ejemplo, en estas zonas, el 11,2 % de los hombres decide sobre las inversiones financieras en el hogar, el las cabeceras es el 7,7 %.
Un 78,9 % de los hombres en zonas rurales deciden individualmente sobre la apariencia personal, el 83,6 % sobre si ser amigo o amiga de alguien.
Aunque la mayoría de personas afirman que las decisiones de inversiones financieras del hogar las toman con su pareja, los hombres ocupados y fuera de la fuerza laboral aseguran con mayor frecuencia que toman las decisiones individualmente un 8 %, a comparación de las mujeres con 4 %.
El estudio también mostró que a medida que aumentan los niveles educativos, la brecha de género en el porcentaje de personas que toma las decisiones de forma individual se va reduciendo en todas las dimensiones.
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Incluso llega invertirse. Es decir, las mujeres con mayor educación toman más decisiones solas que los hombres con el mismo nivel de educación.
Esto va ligado a que el 11,6 % de los hombres está muy de acuerdo y 7,5 % de acuerdo en que ellos deben ser los jefes del hogar.
«Existen hoy en día situaciones, barreras, posiciones y condiciones sociales (ingresos propios, derechos de propiedad de bienes inmuebles, educación, redes de apoyo) las cuales inciden en que las personas tengan distintos poderes de negociación frente a otras«, explica el Dane.
Expertos han dicho que este tipo de creencias y dinámicas en el hogar son una forma de perpetuar las brechas de género en el país.
«Las brechas de genero se perpetúan por temas culturales, que parten desde la misma formación que implica que la mujer puede y cuenta con las capacidades para estudiar cualquier carrera, fomentar un mayor interés en carreras STEAM, favorecer ambientes de aprendizajes iguales entre hombres y mujeres, mostrar el potencial de la mujer en cualquier actividad, poder trabajar en equipo entre hombres y mujeres sin estigmas y sesgos», asegura la economista Clara Inés Pardo.
MARIANA GUERRERO
Periodista de Portafolio