Buenaventura, un tesoro oculto en la costa pacífica colombiana, se revela como el epicentro del turismo de naturaleza en el país. Desde sus cristalinos arroyos y gigantes cascadas hasta sus manglares y playas vírgenes, este destino ofrece una experiencia inmersiva que invita a proteger y preservar su belleza única. Julián Guerrero, coordinador del programa ‘Destino Naturaleza’ de USAID, lo resume perfectamente: “Uno protege lo que ama y ama lo que conoce”.
Bahía Málaga es el corazón de la experiencia ecoturística en Buenaventura. Los visitantes pueden navegar entre los manglares, avistar tucanes y disfrutar de la compañía de las piangüeras mientras recolectan moluscos. Comenzando en el malecón, el recorrido ofrece vistas de buques colosales, la armonía de una marimba y los sabores y aromas de hierbas cultivadas en las azoteas de las casas locales.
En el consejo comunitario de Córdoba, en la vereda Santa Elena, la comunidad ha transformado su economía de la explotación forestal a la restauración ecológica. Juan Andrés Delgado, líder del proceso, guía a los visitantes por senderos donde se pueden encontrar 20 cascadas, aves exóticas y la impresionante rana cristal. Este cambio hacia el turismo de naturaleza ha permitido a la comunidad proteger y revitalizar su entorno natural.
El secreto culinario de Buenaventura reside en las hierbas de azotea, que se secan y tuestan al sol antes de ser molidas y utilizadas en la cocina. Didi Johana Vente Bonilla, chef del restaurante Raíces Ancestrales, recomienda la cazuela de mariscos, destacando el uso de hierbas como el cimarrón, albahaca y poleo, que aportan un sabor único a la gastronomía local.
A una hora en lancha desde Buenaventura, el Parque Nacional Natural Uramba-Bahía Málaga se extiende por 38,000 hectáreas de bosque tropical, playas y acantilados. Este área es vital para la conservación de especies, incluyendo las ballenas jorobadas, que encuentran aquí un lugar seguro para aparearse y criar a sus crías. Santiago Valencia, guía de turismo de naturaleza, destaca la importancia de los manglares y la biodiversidad del parque en la regulación del clima y la calidad del agua.
La recolección de piangüa, un molusco del manglar, es una tradición familiar en Bahía Málaga. Las piangüeras, como Rosa Angulo, navegan en canoas y caminan por el manglar entre el lodo para extraer este molusco, que es fundamental para la economía local y la cocina tradicional. Su canto y su trabajo reflejan el amor y la dedicación con que preservan esta tradición.
Buenaventura, con su rica biodiversidad y tradiciones culturales, es un destino emergente para el turismo de naturaleza en Colombia. Los esfuerzos de la comunidad y programas como ‘Destino Naturaleza’ de USAID están impulsando una transformación positiva, promoviendo la conservación y el desarrollo sostenible en esta región única.
Este informe se realizó con el apoyo del Programa Destino Naturaleza de USAID Colombia.