Cabalgatas: Un tema por definir en todo el Valle del Cauca

La muerte de una mujer, tras caer de un caballo en una cabalgata que se realizó el sábado pasado en Jamundí, revivió el debate sobre la pertinencia de la realización de estos eventos y el control que se debe ejercer sobre los mismos.

El hecho trágico llevó a que el alcalde del municipio vecino, Édgar Yandi, anunciara la prohibición de las cabalgatas durante lo que resta de su administración. Según el mandatario, en Jamundí hay unas 100 pesebreras y más de mil equinos, por lo tanto estos eventos mueven la economía de un sector importante de la población.

El País consultó con municipios cercanos a Cali y otros donde son tradicionales estos eventos, sobre las restricciones que hay al respecto. Lorena Peña, secretaria de Salud de Yumbo, indicó que desde el 2016 expidieron un decreto para prohibir las cabalgatas, debido a que fue una de las promesas del plan de gobierno municipal, en pro de los derechos de los animales.

“En la Feria de Yumbo generalmente se hacían cabalgatas, las cuales fueron sustituidas por un desfile de comparsas donde está prohibida cualquier participación con animales”, expresó Peña.

Por su parte, Gustavo Vélez, alcalde de Tuluá, indicó que en esta ciudad se realizan dos cabalgatas al año, que cuentan con el apoyo y el acompañamiento de la Policía y de la Administración Municipal. El mandatario no está de acuerdo con acabar con estos eventos.

“Consideramos que las cabalgatas hacen parte de nuestra cultura, de la idiosincrasia campesina, cuando se programan se reactiva la economía local”, afirmó Vélez y añadió que “esos eventos hay que hacerlos bajo unas reglas y unas condiciones de seguridad muy estrictas para evitar inconvenientes”.

Entre tanto, Fabio Mejía, secretario de Gobierno de Palmira, aseguró que no es partidario de las cabalgatas, sin embargo, en este municipio son permitidas, bajo estrictos permisos. “Nos demoramos unos tres meses para expedir el permiso, el trayecto de la cabalgata no puede exceder los cinco kilómetros, y por donde pasan los equinos deben haber vallas, las cuales son custodiadas por unas 200 personas de logística, y también los organizadores deben tener una póliza de seguros”, precisó Mejía.

Control en otros municipios

Luego del caso registrado en Jamundí, municipios como Buga indicaron que evaluarán la realización de las cabalgatas. “Es una fiesta desenfrenada que se vuelve incontrolable porque supera la capacidad de respuesta de las autoridades por más medidas que se adopten”, dijo Jaime Ochoa, secretario de Gobierno de Buga.

Wilmar Velasco, secretario de Gobierno de Florida, aseguró que “la cabalgata es una tradición de muchos pueblos en el Valle del Cauca y lo único que podría determinar es que cuando se solicite un permiso que el recorrido no sea extenso, que el consumo de alcohol sea reducido al máximo en el cumplimiento de la norma y que se cumpla con todos los requisitos”.

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