Paola Andrea Torres, profesora de la institución educativa Tablones, sede Cristobal Colón, en zona rural de Palmira, lidera una campaña para recolectar equipos y dotar a estudiantes que no cuentan con herramientas tecnológicas para cumplir con las clases virtuales en medio de la cuarentena por el coronavirus.
La docente imparte clases en el corregimiento Tablones, a 15 minutos de la cabecera municipal, y desde el pasado 20 de abril se encontró con que buena parte de sus estudiantes no tenía conectividad y muchos tampoco contaban con dispositivos para recibir las clases y hacer sus trabajos.
«Esta situación nos cambió la vida a todos, no solamente a los padres y estudiantes, sino también a los docentes porque nos tocó idear una nueva forma de llegar a ellos, nuevas dinámicas de clase y especialmente, buscar la forma de incluirlos a todos, algo que permitiera que ni uno se quedara por fuera», explicó Torres.
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Por esa razón y con el apoyo de los mismos estudiantes, diseñó un horario de clase especial y logró acuerdos acerca de la forma ideal para que pudieran recibir las clases virtuales.
Ellos indicaron que lo mejor sería a través de WhatsApp, pero la profesora descubrió que aún así, se quedaban por fuera los niños que no tenían ningún tipo de dispositivo en la casa.
«Algunos no tenían ni siquiera un celular y aquellos que lo tenían, no tenían la facilidad de acceder a internet por falta de recursos y otros porque donde viven no llega la señal», relata la docente
Agregó que en esa comunidad, las familias manejan planes prepagos de $6.000 que duran hasta una semana.
Fue así como ideó la campaña que fue bien recibida por estudiantes, familiares, amigos, vecinos y sus propios colegas. Entre sus allegados buscó dispositivos que no estuvieran en uso, aunque estuviesen dañados, asegurando que cuentan con la posibilidad de repararlos.
El primer celular lo donó uno de los estudiantes de su salón. Ella reveló que él dijo: «profe, lo donó para el compañero que no tenga».
«Empezamos con familias, amigos y vecinos. Luego la gente nos decía, no tengo un celular, pero, ¿cómo le puedo ayudar?. Así fue como empezaron a donar recargas que recibieron padres de familia que no han podido pagar porque están sin trabajo. Así se fue uniendo más gente», explicó.
La campaña se denominó ‘Tecnologitón’ y ha llevado a la profesora a recorrer en su moto, con todas las medidas de bioseguridad que exige esta pandemia, los distintos callejones y barrios del corregimiento en busca de donadores.
«Hay personas que nos apoyan reparando celulares, comprando baterías, cargadores, las simcards. De alguna manera se ha ido mitigando la dificultad porque aunque no tienen internet de manera constante, con las recargas se les ha colaborado mucho», subraya.
Hasta el momento se han entregado 38 recargas y cuatro celulares a igual número de familias con sus respectivos cargadores y simcard nuevos.
En una reunión con padres de familia se realizó el diagnóstico y se identificó la necesidad para garantizar las clases a la comunidad estudiantil de la institución, que requería acompañamiento para realizar las actividades contempladas en el material en físico entregado.
La organizadora aseguró que la campaña ha tenido gran acogida pero señaló que aún faltan muchos niños por equipos. Solo en la sede Cristobal Colón hay tres niños sin dispositivos y en toda la institución educativa que tiene 800 estudiantes, al menos 50 están a la espera de un celular, una recarga y hasta un cargador.
«Muchas veces en casa tenemos un cargador de más y no lo usamos, o era de una tableta que ya se dañó. Muchas veces con un solo cargador uno puede ayudar a más de una persona. Hay casas donde tienen celular pero no cuentan con un cargador. Es una situación muy compleja porque muchas personas han perdido sus trabajos, madres cabeza de hogar, gente que laboraba en casas de familia y que ahora nos lo llaman a trabajar. Esto ha generado que en este momento la prioridad sea la alimentación y gastos como recargas y demás no se puedan cubrir», insistió la docente.
La profesora Torres se encuentra en sus recorridos con niños que le confiesan todas sus dificultades y ella no sabe cómo ayudarlos, pero sigue tocando puertas y esperando que más gente quiera colaborar con recargas semanales, con equipos, con lo que quieran donar para paliar esta contingencia.
«Unos me dicen ‘profe mañana se me acaba la recarga’, entonces necesitamos padrinos y madrinas que nos apoyen y nos ayuden con recargas. Nuestra institución va desde el sector de La Bolsa hasta Combia, a 2700 metros sobre el nivel del mar, donde está nuestra última sede. Hay niños en la zona montañosa que tienen muchas dificultades y más cuando hay grandes distancias entre un vecino y otro para que le puedan prestar o facilitar el celular», cuenta Paola Andrea.
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El problema también es que incluso no tienen ni señal y los operadores de telefonía móvil e internet no tienen infraestructura en esa zona para llevarles la señal.
«Lo sé porque averigüe el programa del Gobierno en alianza con una empresa de telefonía que cobraba un poco más de $8.000 para estrato 1, pero esa compañía me respondió que no tienen la infraestructura para llevar la red hasta la parte montañosa de nuestro municipio», recalcó.
Esto ha llevado a que muchos estudiantes tengan que levantarse a la 1:00 o 2:00 a.m. para recibir los mensajes de sus profesores y hacer sus trabajos, porque es la hora donde a algunos les llega señal o la red es más rápida.
«La conectividad es difícil en esas zonas. Los que no tienen red, hay unas madres de familias que les colaboran a los más cercanos. En las chivas se mandan los talleres, fotocopias y una madre se encarga de distribuirlos a los otros que no tienen dispositivos, ni siquiera un celular».
Para la docente, si bien la prioridad en este momento es estar seguros, en sus casas, también es importante que todos los niños tengan las condiciones para seguir con su proceso educativo.
Uno de los ideales, advirtió, es que los niños tengan sus dispositivos, sus herramientas tecnológicas, para que sean verdaderos ciudadanos digitales.
«Estamos en una era de la tecnología y no puede ser que los niños estén apartados de esto. que es el boom en este momento. Esos son los dos ideales: los niños necesitan tener sus dispositivos para estar navegando en este mundo tecnológico y necesitan sus clases presenciales. Lo ideal es que se den las condiciones para que se pueda asistir nuevamente a clases y para que todas estas herramientas tecnológicas se sigan usando desde la casa», enfatizó
También preocupa a la docente la salud de los pequeños que se estresan debido a que no pueden cumplir con sus tareas.
Si desea apoyar esta campaña puede comunicarse con Paola Andrea Torres al celular 315 813 8384.