La agenda internacional de política exterior está marcada por la pandemia y sus efectos para la salud, la economía, el bienestar y el desarrollo. Son temas que requieren acuerdos bilaterales y multilaterales entre los países para moderar la crisis.
Así mismo, la Cancillería trabaja en tres áreas prioritarias: la relación con gobiernos cooperantes para acceder a recursos de salud, la asistencia a connacionales en el exterior y las restricciones del tránsito en frontera para reducir riesgos de expansión del virus.
En el primer frente hemos redoblado esfuerzos para conseguir ayudas de países donantes. También apoyamos las gestiones para que las compras de nuestras entidades de salud reciban atención en las listas de exportaciones de países productores de pruebas y equipos médicos, en un momento en que la oferta es limitada y la demanda está desbordada.
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Un segundo ámbito es la atención a colombianos en el exterior. Cuando los países adoptaron cuarentenas y restricciones de viajes internacionales, connacionales en viajes de turismo y negocios pidieron apoyo para anticipar sus regresos. Con el acompañamiento de consulados y embajadas, 3.196 colombianos lograron retornar en las tres primeras semanas de marzo.
Después del 23 de marzo, el censo de varados en el exterior llegaba a 3.642 personas. En el momento en que se suspendió el ingreso de viajeros internacionales a Colombia para prevenir la importación de nuevos casos, se adoptó un modelo de repatriación gradual análogo al que están aplicando otros países. Más de 1.700 colombianos han podido ingresar en 19 de estos vuelos.
Este retorno se hace en aviones de compañías comerciales y privadas, que organizan viajes pagados por pasajeros que ya tenían o han adquirido sus tiquetes de regreso. Se diferencian de los vuelos habituales debido a que requieren una aprobación excepcional de los gobiernos, por razones humanitarias. Y porque, en el contexto de la pandemia, imponen un trabajo coordinado de entidades como Cancillería, Migración Colombia, Ministerio de Transporte, Aeronáutica Civil, autoridades sanitarias y de Policía, para cumplir el objetivo central de protección de la salud.
No se trata solo de explorar qué compañías aéreas harían el vuelo. El proceso implica registrar los viajeros en los consulados, con prioridad para personas más vulnerables; verificar su información para asegurar que cuando lleguen a Colombia hayan definido su lugar de cuarentena; programar el control migratorio y sanitario exhaustivo en aeropuertos de salida y de llegada, y vigilar el cumplimiento del aislamiento por 14 días exigido a cada viajero, regla esencial que exige una capacidad institucional para supervisar las medidas.
Adicionalmente, el Estado asignó recursos para apoyar a connacionales que no han podido volver y demuestran incapacidad económica para su subsistencia. Dentro de las posibilidades, se les asiste con hospedaje y alimentación.
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El tercer frente es el cierre de fronteras con países vecinos. El bloqueo es una decisión necesaria de contención que impone retos a zonas vulnerables. Y para que sea eficaz, se impone la mayor coordinación con autoridades migratorias, de salud y la Fuerza Pública. Por el bienestar de las comunidades de frontera y del país.
Colombia, su Cancillería, sus embajadas y consulados seguirán trabajando día y noche con la filosofía de unidad nacional y responsabilidad compartida como parte del equipo de gobierno liderado por el presidente Iván Duque para hacer frente a la pandemia y para que la recuperación económica nos acerque a la normalidad.
CLAUDIA BLUM
Canciller de la República