Capitalismo consciente e inclusivo: qué es y por qué piden avanzar a él | Entrevista Sebastián Edwards | Finanzas | Economía

La recuperación económica actual, más que buscar un cambio real, lleva a los países a volver a lo de antes de la pandemia. Así lo afirma el economista y escritor chileno Sebastián Edwards, profesor de la Universidad de California, ex economista jefe del Banco Mundial y quien en entrevista con Portafolio, a través de Corficolombiana, alerta sobre los efectos de la incertidumbre política y de los riesgos de populismos, tanto de izquierda como de derecha, y pide avanzar hacia un capitalismo más consciente. 

¿Qué lecciones deja la recuperación económica tras la pandemia?

Las lecciones son enormes y variadas. Quizás lo más importante es que la economía mundial es una máquina de alta precisión, pero al mismo tiempo una máquina muy frágil. Una vez rota o descompuesta, es difícil echarla a andar nuevamente. El desbarajuste de las cadenas globales de suministro es muy serio y tendrá efectos permanentes, muchas grandes empresas harán cambios en sus redes de suministro y la cercanía a los grandes mercados será cada vez más importante.

En ese sentido Colombia, al estar geográficamente bien ubicada, tiene ventajas sobre otros países de la región. Pero para aprovecharlo deben hacer grandes inversiones en infraestructura, particularmente en puertos. Esa es una de las principales falencias.

(Vea: El rostro de las desigualdades en el paraíso del capitalismo).

¿Se están haciendo las cosas diferentes o vamos directos a lo de antes?

En general, hemos visto poca acción propositiva. Hasta ahora el esfuerzo ha sido de sobrevivencia y esto es verdad en casi todos los países, pero particularmente cierto en Latinoamérica. La realidad es esta: no hay ni un solo país en la región – con la posible excepción de Uruguay – que luzca promisorio en estos momentos. Hay retraso tecnológico, hay falencias en infraestructura, en educación, en tecnología, en productividad. En algunos hay, incluso, importantes rezagos en vacunaciones. A esto hay que sumarle conflictos sociales que se han agudizado fuertemente.

Ante esto, ¿el capitalismo consciente es más importante que nunca?

La pandemia dejó al desnudo la enorme fragilidad de amplios sectores de población, millones de personas que están en el umbral de la pobreza y que caen en las fauces del desamparo ante cualquier emergencia. A esto hay que sumarle las redes sociales, las que han ayudado a generar un ‘momento social’ álgido del que se han aprovechado populistas de izquierdas y de derechas. La única manera de enfrentar estos problemas es reconociendo estas fragilidades e implementar políticas sociales y de transferencias que nos muevan hacia un capitalismo inclusivo, donde grupos amplios se beneficien del progreso.

(Vea: Capitalismo ‘sostenible’ ya llegó a las presidencias de las empresas).

¿Qué tan fácil es esto para América Latina?

Claramente esto no será fácil, especialmente a la luz de los problemas fiscales . El gran desafío es lograr una consolidación fiscal al mismo tiempo que se expandan los programas sociales. Esto dentro del contexto de un capitalismo moderno y eficiente, sin populismos.

¿Qué hay que hacer para crecer de manera sostenible y con equidad?

En toda la región, la incertidumbre política está cobrando la cuenta. El crecimiento sostenible es una maquinaria de largo aliento, que requiere de horizontes prolongados. Solo así se invierte en maquinarias, equipos, infraestructura y capital humano.

Un primer paso en Colombia es un gran acuerdo político nacional. Luego, enfatizar programas de entrenamiento y de consolidación de mini empresas para lograr un salto en la productividad. No hay, en el mundo moderno, ninguna experiencia de crecimiento acelerado sin un brinco en productividad.

¿Cuáles son las desigualdades más peligrosas tras la crisis?

Latinoamérica es muy desigual, y eso está en el centro de la rabia acumulada durante los últimos años. Las sociedades rabiosas no crecen, no progresan y no avanzan. Es importante notar que no hay solo desigualdades de ingreso y de patrimonio, sino también en lo que yo llamo ‘desigualdades horizontales’, que tienen que ver con el trato entre personas. Es a esta desigualdad a la que estaban apuntando los manifestantes que exigen dignidad. Tenemos que buscar un capitalismo moderno, con eficiencia y lleno de dignidad.

El economista y escritor chileno Sebastián Edwards.

Archivo particular

¿Cobrar más a los ricos es la solución?

Colombia va, simultáneamente, adelantada y retrasada en este tema, pues ya tiene un impuesto al patrimonio de los muy ricos; y retrasada por la misma razón. El país ya incorporó ese impuesto que los progresistas del mundo entero miran con interés. Pero al mismo tiempo ya saben que recauda muy poco.

En la Ocde hay cinco países con ese impuesto. Hace unos años eran casi 15. El desafío es enorme: recaudar más con impuestos que no afecten las delicadas maquinarias de inversión, ahorro y crecimiento. Aquí hay que ser creativo y cuidadosos a la vez.

¿Cree que el sueño de más protección social está cada vez más lejos?

Está más difícil por razones fiscales. Pero, al mismo tiempo, es más necesario por razones de armonía política y estabilidad social.

(Vea: Superar el capitalismo).

¿Cómo cree que va a ser la sociedad latinoamericana en los próximos años?

Latinoamérica está en un punto de inflexión. Con acuerdos nacionales y buenas políticas podemos avanzar y empezar a movernos. Pero el peligro populista está presente, con tentaciones como la locura de la Teoría Monetaria Moderna, que solo resultaría en inflación y penurias. La inflación es el impuesto más cruel y el que genera mayor desigualdad. Además, con las nuevas monedas digitales que se viene en los próximos años (o meses) será cada vez más difícil de recaudar.

¿Latinoamérica va hacia una nueva década de bajo crecimiento y desigualdades?

Desafortunadamente, ese es, para la mayoría de los países, el escenario más probable. A ese cuadro pesimista hay que sumarle amplias masas de nuestra población emigrando en busca de mejores horizontes. El desafío es zafarse de este escenario y buscar ese capitalismo inclusivo.

(Vea: ¿El capitalismo necesita que lo salven de sí mismo?).

PORTAFOLIO

Fuente de la Noticia

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