El Cementerio Libre de Circasia se ha convertido en un atractivo turístico para propios y visitantes. Por su historia, este lugar se volvió de vital importancia para los quindianos.
Fue creado por Braulio Botero Londoño, en 1933, para personas con ideas liberales, ateas, o que no eran religiosas, pues antiguamente, la iglesia católica no les permitía a estas personas realizar ceremonias ni enterrarlas en el cementerio del pueblo.
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Según la historia, este mausoleo se llevó acabo gracias a bazares, ventas de empanadas y donaciones; así le dieron forma a un proyecto que con los años se convirtió en un homenaje a la libertad.
La donación del terreno, donde hoy está construido el cementerio , se dio por el padre de Braulio Botero, Miguel Antonio Botero Bernal, quien se sumó a la idea donando el lote llamado El Mangón.
Sin saberlo, se construyó el primer cementerio libre de Latinoamérica cuando apenas empezaba la tercera década del siglo XX.
Así fue como, el 28 de agosto de 1932, fue inaugurado el Cementerio Libre de Circasia. Un lugar creado para los que no tenían los ideales que, en ese entonces, se enseñaban como tradición.
Con los años, este lugar se ha convertido en un sitio turístico para visitantes, gracias a su arquitectura alemana que fue diseñada por los ingenieros Juan de Dios Villegas y el alemán Shieferl.
