China ha expresado su indignación por el asesinato de nueve de sus ciudadanos en la República Centroafricana.
Los chinos murieron en un ataque de militantes en una mina de oro en las afueras de la capital, Bangui.
Se dice que las víctimas trabajaban en una mina de oro administrada por Gold Coast Group.
Hombres armados irrumpieron en el sitio de extracción de oro para llevar a cabo los ataques, pero más tarde en un comunicado acusaron a los mercenarios rusos del Grupo Wagner de estar detrás de la violencia.
Días antes, hombres armados secuestraron a tres ciudadanos chinos en el oeste del país, cerca de la frontera con Camerún.
El presidente chino, Xi Jinping, condenó el asesinato y pidió un “castigo severo” para los perpetradores, dijo el lunes un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La embajada china en el país africano también ha dicho en un comunicado que hay varios incidentes de seguridad “despiadados” contra trabajadores de empresas mineras extranjeras en la zona.
Dijo que a los ciudadanos chinos que aún se encuentran fuera de Bangui se les pidió que evacuaran de inmediato.
El alcalde de la ciudad central de Bembari, donde ocurrió el incidente, dijo a la agencia de noticias AFP que «contaron nueve cuerpos y dos heridos» en el ataque del domingo.
Ange Morel Gbatangue, residente de Bambari, es citado por un reportaje de Noticias de África que “el gobierno tiene dificultades para demostrar su capacidad para proteger a los centroafricanos y a los extranjeros que viven en el país”.
La República Centroafricana ha estado plagada de violencia e inseguridad desde que estalló una guerra civil en 2013.
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