COPENHAGUE, Dinamarca (AP) — Los fiscales suecos apelaron el miércoles una sentencia dictada a un cirujano italiano que fue juzgado por causar daños corporales durante trasplantes experimentales de células madre en la tráquea de tres pacientes que fallecieron.
El científico de células madre Dr. Paolo Macchiarini fue noticia en 2011 por realizar los primeros trasplantes de tráquea de células madre del mundo en el principal hospital de Suecia. Una vez considerada una figura destacada en la medicina regenerativa, a Macchiarini se le atribuyó la creación de la primera tráquea del mundo hecha parcialmente con las propias células madre del paciente.
Macchiarini fue despedido del Instituto Karolinska en marzo de 2016 por violar la ética médica luego de ser acusado de falsificar su currículum y tergiversar su trabajo. En diciembre de 2018, Suecia decidió reabrir una investigación previamente interrumpida sobre tres casos.
Se alegó que operó de manera inapropiada a tres personas entre 2011 y 2014 que luego murieron, pero Maccharini no fue acusado de matar a los pacientes. Negó cualquier acto delictivo.
El 16 de junio, el Tribunal de Distrito de Solna lo absolvió de dos cargos de agresión y le impuso una sentencia suspendida en el tercer caso. Habría sido condenado a cinco años de prisión, si el tribunal hubiera seguido la solicitud del fiscal.
“En todos los casos, las intervenciones fueron contrarias a la ciencia y las mejores prácticas”, dijo el fiscal jefe Mikael Björk en un comunicado el miércoles anunciando la apelación ante el Tribunal de Apelaciones de Svea. “Me parece claro que estos han sido experimentos humanos completamente ilegales y la pena debe ser de prisión prolongada, dada la naturaleza del delito y el alto valor penal”.
Cuando se informó sobre el primer trasplante de tráquea de Macchiarini en la revista médica Lancet en 2008, fue aclamado como un gran avance en la medicina regenerativa. Se pensaba que la nueva vía aérea de Macchiarini, hecha en parte con las células madre del paciente, anunciaba una nueva era en la que se podían hacer nuevos órganos en el laboratorio.
A pesar de que una comisión sueca independiente encontró numerosos problemas en el trabajo de Macchiarini, cuestionó las acusaciones y dijo que eran falsas.
Proporcionó tráqueas artificiales a 20 pacientes de países que incluían España, Rusia, Islandia, Gran Bretaña y los Estados Unidos.
Los críticos dicen que Macchiarini eludió la ética médica para llevar a cabo procedimientos peligrosos sin beneficio comprobado y que fabricó descripciones de las condiciones de sus pacientes.
En 2019, un tribunal italiano condenó a Macchiarini a 16 meses de prisión por falsificación de documentos y abuso de poder.
