Los ciclistas “no respetan”, los vehículos motorizados entran “por cualquier lado”, los automovilistas; camiones y buses “se creen dueños de las vías”: estas son las quejas que se escuchan a diario.
Noticias de Cali.
Las denuncias son diarias, la multitud por faltas de respeto en medio de las pistas de Cali parece crecer cada día, hay muchos incidentes todos los días.
En todas las calles o carreras, se ha convertido en algo «normal» ver infracciones cometidas por ciclistas, automovilistas, camioneros o camioneros, e incluso peatones.
Parece que en la capital del Valle del Cauca nadie está exento o, como dicen algunos, “cada uno hace lo que quiere en una ciudad sin ley ni orden”.
Ya es habitual ver en los andenes a motoristas, taxistas, turismos o autobuses que también circulan por las ciclovías o por el carril reservado para autobuses.
Desde la Secretaría de Movilidad realizan operativos y dan citaciones, pero parece una historia interminable.
Y es que en medio de los requerimientos de invadir ciclovías, los infractores no solo ponen en riesgo la vida de los ciclistas, sino que también pueden ser multados con 15 salarios mínimos diarios por no respetar las normas de tránsito.
A pesar de las sanciones y regulaciones establecidas, no hay día sin una infracción.
¡Los ciclistas que recorren diariamente la Cl. 44 recuperan su plaza! ?
es el paisaje #A esta hora de la vía en este sector.?
Gran afluencia de ciclistas por la zona y motociclistas respetando el carril exclusivo, como se debe. ?#WeLoveCali?❤️? pic.twitter.com/g7KKL2f7gv
— Secretaría de Movilidad de Cali (@MovilidadCali) 9 de febrero de 2022
Esta tarde, en la avenida Cañasgordas, se volvió a presentar la misma escena, «algo cotidiano», ellos reportan.
NOS MANDAN UNA DENUNCIA ?@MovilidadCali pasa por la avenida cañasgordas (en la ciclovía) pic.twitter.com/br3dpfAbNk
— CALI ES CALI (@CaliesCaliCOL) 10 de febrero de 2022
La intolerancia en las calles de Cali es rampante, unos culpan a otros y así sucesivamente. Algunos que reivindican una cultura cívica acaban siendo insultados.
El calvario de caminar por los muelles de la ciudad de Cali