El Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han logrado un avance significativo en sus diálogos de paz, firmando el primer acuerdo desde que iniciaron las negociaciones a finales de 2022. En una rueda de prensa celebrada en Venezuela, las delegaciones de ambas partes anunciaron que se ha concretado el apartado que establece la manera en la que podrá participar la sociedad civil en el proceso de paz.
El acuerdo, anunciado por Vera Grabe, jefa de la delegación gubernamental, marca un hito en los diálogos con el ELN al definir quiénes participarán y cómo lo harán en la construcción de la paz. Los ejes temáticos del acuerdo incluyen economía, política, medio ambiente, educación y cultura, con un énfasis en la cultura de paz y la erradicación del patriarcado. Además, el acuerdo incorpora enfoques diferenciales de género, étnico y para personas con discapacidades.
«Estamos trabajando este acuerdo de manera concertada, página por página», señaló Grabe, destacando que este primer acuerdo recoge el espíritu de los diálogos y permite una participación amplia de la sociedad en la construcción de la paz. Grabe enfatizó que nunca antes se había llegado tan lejos en las negociaciones con el ELN, más allá de los ceses al fuego acordados en el pasado.
No obstante, el proceso no ha estado exento de controversias. A comienzos de semana, varios gremios económicos expresaron su preocupación respecto al alcance de los espacios de participación definidos en el acuerdo. En una carta dirigida a Vera Grabe, los líderes gremiales señalaron que el modelo de participación propuesto excede su propósito original y aborda elementos estructurales de la democracia colombiana que no fueron discutidos adecuadamente.
Los firmantes de la carta, entre ellos Bruce Mac Master (Andi) y Natalia Gutiérrez (Acolgen), advirtieron que el documento podría anular el principio de separación de poderes y el de supremacía constitucional, ya que las transformaciones se convertirían en políticas de Estado y se implementarían con veeduría social.
Durante la rueda de prensa, ‘Pablo Beltrán’, jefe de la delegación del ELN, destacó la importancia del acuerdo y su aspiración a cambios significativos en Colombia. Beltrán llamó a la oposición a considerar la propuesta de paz y afirmó que el ELN está dispuesto a cambiar, siempre que haya una participación activa de la sociedad.
Por otro lado, Otty Patiño, comisionado de Paz, había advertido anteriormente que no se firmaría ningún acuerdo sin que el ELN se comprometiera a abandonar el secuestro extorsivo. Sin embargo, este punto no fue mencionado durante la intervención del sábado.
El avance en los diálogos de paz con el ELN se da en un contexto de polarización política en Colombia. Recientemente, la administración del presidente Gustavo Petro ha defendido la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente, basándose en interpretaciones del acuerdo de paz con las FARC. Esta interpretación ha sido compartida por el excanciller Álvaro Leyva, sugiriendo que el incumplimiento del acuerdo por parte del Estado podría justificar dicha convocatoria.
El primer acuerdo en los diálogos de paz con el ELN representa un paso significativo hacia la construcción de la paz en Colombia, al tiempo que enfrenta desafíos y reservas de distintos sectores económicos y políticos. La participación de la sociedad civil en el proceso de paz es vista como un elemento crucial para lograr transformaciones duraderas, pero su implementación y alcance siguen siendo puntos de debate intenso en el país.