La economía creativa, también llamada economía naranja, es una de las ramas de actividades que más crecen en el mundo apoyada en sus capacidades de resiliencia y de desarrollo sostenible, que resaltan en medio de los tiempos convulsos que se viven.
(Economía naranja: 2,61 % del PIB pese a inversión de $24 billones).
Esa es una de las principales conclusiones que arrojó el más reciente informe de ‘Panorama de la economía creativa 2022’ publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés).
“La economía creativa se ha convertido en un sector de creciente interés social, político y económico (…) A pesar de los recientes desafíos la economía creativa sigue siendo un sector crítico para el desarrollo sostenible”, señaló Rebeca Grynspan, secretaria general de la Unctad.
Dentro del informe, la organización de las Naciones Unidas reconoció los avances de Colombia en esta materia, siendo uno de los diez países de América Latina que cuenta con una política pública o con instituciones que se encargan de liderar estas mismas.
El resto de países de la región que también cuentan con una política pública son: Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú.
Profundizando sobre el reporte, el documento resaltó la consecución del ‘pacto por la protección y promoción de la economía naranja’ (2018-2019) del gobierno de Iván Duque y la política pública integral de la economía naranja (2020), como parte de esos esfuerzos institucionales para desarrollar el sector. Así mismo, también señaló la creación de cuentas satélite para la medición del aporte de estas actividades.
(Economía Naranja no va más: gobierno Petro la tumbará).
Dentro del informe, también identificó los sectores claves para el desarrollo en el país como el sector audiovisual, la industria de la publicidad, la industria musical y la industria digital.
De acuerdo con el informe, entre enero y septiembre de 2021, un total de 490.770 personas se emplearon dentro de este sector en el país. Al tiempo, las industrias culturales representaron el 25,1% de los empleados en Bogotá en este período.
Economía creativa.
Archivo
Profundizando sobre el desempeño de este sector en la capital del país, la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD) del Distrito reveló recientemente los resultados de la ‘Cuenta Satélite de Cultura y Economía Creativa de Bogotá’, en donde resaltó que el valor agregado de este actividad económica fue de $13 billones en lo corrido del 2021.
Esta es una cifra que representó el 5,2% del total del valor agregado de la ciudad.
Entre otras cifras que destaca el reporte, sobresale que entre 2020 y 2021, el valor agregado de las actividades culturales creció 13,7% en la ciudad, al tiempo que otros como el financiero creció 3,4% o la construcción retrocediera 2%.
En todo el 2021, 168.001 personas estuvieron empleadas en el sector en la capital del país, una cifra que, de acuerdo con Julieth Solano, subdirectora del Dane, “representó el 32,1% de los ocupados nacionales”, sin contar aquellos que están vinculados con las actividades de turismo.
(Economía naranja: una industria por exprimir).
Catalina Valencia, secretaría distrital de Cultura, Recreación y Deporte, mencionó que el objetivo es “impulsar el crecimiento económico con generación de empleo, ingresos, ventas y su expansión a nivel nacional e internacional”. Vale la pena resaltar que los resultados de la Cuenta Satélite presentados corresponden al período 2014-2021 donde se pudo palpar el comportamiento económico y el impacto de la pandemia de la covid-19 sobre el sector.
Con la publicación de este informe también se conoció que el valor agregado del área de las Artes y Patrimonio superó los $1,6 billones en 2021, lo que equivale al 12,1% del valor agregado de la cultura y la economía en Bogotá.
Además, el valor del área de las industrias culturales convencionales alcanzó los $2,7 billones el año pasado, el 19,6% del valor agregado de esta industria en la ciudad capital. Por otro lado, el valor agregado de las creaciones funcionales fue de $9,4 billones, el 68,3% del valor agregado en Bogotá. A escasos meses del 2023, Valencia busca que la cultura sea “importante en la agenda transversal de la ciudad y del país”.
Agregó que hay “un trabajo inmenso por hacer” en aras de mantener el presupuesto al sector “porque los presupuestos de la cultura tienden a bajar, y es importante mantener la sostenibilidad”. Por ello, pidió al sector privado que “se comprometan más a la cooperación en el desarrollo cultural”.
Con la entrada del nuevo gobierno habrá un cambio en el Ministerio de Cultura en cuanto a los términos empleados para referirse a esta actividad.
Hace unos días, la entidad radicó un proyecto de ley para hacer cambios estructurales dentro de la institución, como cambiar el nombre a ‘Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes’ y ajustar el término ‘economía naranja’ empleado por la Administración de Iván Duque.
Este nombre se sustituiría por “economía cultural y creativa” en orden con las “continuas reiteraciones” por parte de la comunidad internacional.
También se ajustaría la terminación “áreas de desarrollo naranjas” por ‘Distritos creativos y culturales’ y la del viceministerio encargado.
En orden con el informe de la Unctad, a nivel mundial el comercio de bienes y servicios “generan mayores ingresos para los países” y se destaca que las exportaciones de servicio superan en demasía a sus contraparte de bienes.
Según los datos del documento, las ventas externas mundiales de los bienes creativos pasaron de US$419 millones en 2010 a US$524 millones en 2020, mientas en servicios aumentaron desde los US$487 millones a casi US$1,1 billones durante el mismo período.
Desde 2011 las economías en desarrollo han exportado más bienes creativos que los países desarrollados. Entre el período 2002-2020 los Estados en desarrollo sumaron US$296 millones por US$229 millones de su contraparte.
Las cifras globales de la economía creativa
En orden con el informe de la Unctad, a nivel mundial el comercio de bienes y servicios “generan mayores ingresos para los países” y se destaca que las exportaciones de servicio superan en demasía a sus contraparte de bienes.
Según los datos del documento, las ventas externas mundiales de los bienes creativos pasaron de US$419 millones en 2010 a US$524 millones en 2020, mientas en servicios aumentaron desde los US$487 millones a casi US$1,1 billones durante el mismo período.
Desde 2011 las economías en desarrollo han exportado más bienes creativos que los países desarrollados. Entre el período 2002-2020 los Estados en desarrollo sumaron US$296 millones por US$229 millones de su contraparte.
Roberto Casas Lugo