¡Quién lo creyera! En este país en donde los diversos modos de violencia acaban sobre todo con la vida de los más jóvenes, donde el consumo de mezclas raras de opioides no dan mayores esperanzas a los que caen en ese mundo, donde la cantidad de suicidios aumenta y las enfermedades cada vez más hacen de las suyas desde edades más tempranas, muchos sí quedarán para semilla.
Y es que ese fenómeno que hasta hace pocos años se creía que solo se veía en Europa, donde cada vez menos las parejas procreaban, lo significaba un envejecimiento de la población o de países con condiciones climáticas como Canadá, que son poco atractivas para los jóvenes y se convertían en pueblos enteros habitados por ancianos y unos cuantos enfermeros latinos, es una realidad que ahora toca las puertas de Colombia.
El diagnóstico
En varias oportunidades la prensa ha referido que de todas las ciudades de Colombia, el eje cafetero es el de mayor índice de población adulta mayor, debido a la migración de los hijos a las ciudades a los abuelos no les queda de otra que seguirlos, porque el trabajo en una finca cafetera en demasiado demandante para su edad y sumado a la buena calidad de vida que tuvieron en sus parcelas, son personas que alcanzan la longevidad.
Para 1985, 7 de cada 100 colombianos eran mayores de 60 años, en 2014 eran 10 y en la actualidad son 14. La investigación de Fedesarrollo, la Fundación Saldarriaga Concha, la Universidad ICESI y el DANE arrojó como resultado la elaboración de la Misión Colombia Envejece, que aunque tiene datos de este país, también alcanzó a diagnosticar que Colombia vivirá este fenómeno paralelamente con el resto de América latina y el Caribe.
Las nuevas generaciones de colombianos, quieren viajar, estudiar y al establecerse optan por una mascota. Muchos de los que ahora están en la tercera edad creyeron que asegurar la educación de los hijos era un seguro de vida, pero la realidad ha demostrado que en pocos casos hay reciprocidad.
Esta investigación es un llamado entre muchos otros, a pensar modelos alternativos a la pensión, como medio de subsistencia para esta población.¿Quién sostendrá entonces el pasivo pensional?
Al ser más alta la cifra que de una u otra manera llegan a la edad en que no podrán ser productivos laboralmente y que se perfilan como la población mayoritaria, el país se enfrenta a una futura crisis para su manutención. En la Misión se señala que solo una de cada cuatro personas recibe pensión y la cobertura es mucho menor en el caso de las mujeres.
En la actualidad, las personas mayores son mucho más activas y productivas. 43,8% de los adultos entre 60 y 69 años todavía trabajan y el 18% de los micronegocios del país son propiedad de las personas mayores. Eso muestra que la ‘Economía plateada’ debe ser vista como un sector estratégico para el desarrollo de Colombia, insiste la investigación.
De igual manera se informó que se deben fortalecer las pensiones contributivas, robustecer los programas como Colombia Mayor y los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS). Así como incentivar la participación de las personas mayores en el mercado laboral y en la creación de emprendimientos.
La salud de esta población
Las Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) y las enfermedades mentales como la demencia y la depresión van en aumento. El sistema de salud debe prepararse para lo que se denomina la crisis del cuidado dada por el incremento de la demanda y la disminución de la oferta de cuidado.
Con el incremento de las ECNT en las personas mayores aumenta la carga que históricamente ha recaído en las familias y en especial, en las mujeres. Existe un peligro inminente en esta situación y es la sobrecarga en tiempo y trabajo por parte de los cuidadores (usualmente mujeres) o de trampas de pobreza.
Dato
Dos de cada tres personas analfabetas son mayores de 60 años y 60,5% de las personas mayores no saben usar internet.
Cifra
$43 billones de pesos aproximadamente fue el gasto en salud que el país reportó entre los años 2014 a 2020, con destino a la atención de personas mayores de 75 años.
