En la última década, hemos visto un creciente cuestionamiento a los beneficios de la
globalización y la apertura económica. El resurgimiento de movimientos nacionalistas y populistas, sumado al impacto de la pandemia por covid-19 sobre la economía global, está alimentando un instinto proteccionista entre gobiernos y sectores económicos alrededor del mundo.
En el Legatum Institute, tenemos una perspectiva diferente. Somos un centro de
pensamiento que promueve el compromiso de crear rutas que lleven de la pobreza a la
prosperidad y a la transformación social.
Nuestras investigaciones demuestran que el libre comercio entre países y regiones es fundamental para impulsar la innovación, transferir conocimiento e incrementar la productividad, conducente a un mayor crecimiento y prosperidad.
En 2019 lanzamos el Índice Global de Apertura Económica (GIEO), que establece un
ranking de más de 150 países, evaluando su apertura al comercio, inversión, ideas,
competitividad y talento. Además de producir un reporte global, identificamos diez
países para realizar estudios de caso en profundidad.
Escogimos Colombia porque es un ejemplo de líder regional y a la vez, es un país con
amplio espacio para mejorar. En múltiples indicadores, Colombia ha mostrado un
importante progreso económico y social en las últimas décadas, permitiéndole entre
otros logros, el acceso a la OCDE.
Sin embargo, el país enfrenta retos únicos como la implementación del proceso de paz con las Farc y la atención de la crisis migratoria venezolana, sumados ahora, a la pandemia global del coronavirus.
En nuestro reporte, lanzado este 9 de junio, analizamos a Colombia a la luz
de las cuatro características que consideramos fundamentales para una economía
abierta. A continuación, algunas de nuestras recomendaciones.
1. Acceso al mercado e infraestructura, para que bienes y servicios puedan ser
fácilmente producidos y entregados a los clientes. En este aspecto, Colombia requiere
mejoras significativas a su infraestructura física y digital, atrayendo por ejemplo, más
inversión a sus proyectos de APP de transporte 4G y 5G. Puede igualmente mejorar la
conectividad y velocidad de internet, alojando más contenido digital en Colombia.
Otro aspecto fundamental es simplificar y agilizar la administración aduanera en frontera, que hace considerablemente más costosa y demorada la entrada y salida de bienes, comparada con sus pares regionales.
La administración de justicia eficiente y accesible, así como la aplicación efectiva de la ley son pilares de una sociedad próspera y una economía competitiva
2. Ambiente de inversión, que permita ampliar disponibilidad de fuentes de
financiación doméstica y extranjera. Colombia tiene el reto de desarrollar un catastro de alcance nacional, con datos integrados y confiables, que brinde seguridad sobre la
propiedad de la tierra y promueva su uso productivo.
Una reforma al sistema judicial para crear juzgados comerciales especializados, donde los jueces dediquen menos tiempo a labores administrativas y haya más uso de herramientas digitales, tendría un gran impacto en la agilización del servicio de justicia y en hacerlo menos oneroso. Es igualmente importante, diversificar las fuentes de financiación para las Pymes, con capital de riesgo y ‘equity’.
3. Condiciones para las empresas, que garanticen un mercado competitivo y libre de
regulación excesiva. Colombia podría considerar reducir los costos y cargas
administrativas a las empresas, como medio para promover una mayor formalización.
Recalibrar el volumen y frecuencia de nueva regulación y facilitar procesos como el
pago de impuestos en línea. Con el propósito de aumentar la formalización laboral,
explorar la flexibilización en la contratación y reducción de cargas parafiscales.
4. Gobernanza, basada en el imperio de la ley, y la integridad y efectividad del
gobierno. En esta dimensión, el reto primordial es avanzar en reformas e iniciativas
contra la corrupción, haciendo más trasparente el proceso de contratación pública y
combatiendo la impunidad en casos de corrupción.
Es fundamental dotar al Consejo Nacional Electoral con independencia y capacidades robustas para investigar corrupción electoral. La administración de justicia eficiente y accesible, así como la aplicación efectiva de la ley son pilares de una sociedad próspera y una economía competitiva.
En una democracia como Colombia, el desafío de asegurar consensos alrededor de
estas iniciativas no se puede subestimar, pero es importante persistir.
Puede consultar el reporte completo aquí .
STEPHEN BRIEN
*Director de Política y Centro de Métricas del Legatum Institute