RIESGO DE EXPOSICIÓN AL COVID-19 EN INTERIORES
El riesgo de estar expuesto al COVID-19 en un entorno interior depende en gran medida de varios factores, que incluyen la ventilación, la densidad de población, la duración de la estadía y el tipo de actividades involucradas.
Se ha demostrado que los ambientes interiores con una relación más alta entre el flujo de entrada de aire fresco y el flujo de salida de aire usado, y una tasa de flujo más alta hacia y desde el ambiente interior, respectivamente, reducen el riesgo de exposición en el interior.
Además, una menor densidad de personas durante un período de tiempo específico y una estancia más corta (menos de 15 minutos) dentro de un entorno interior reduce significativamente el riesgo de exposición.
Por el contrario, los entornos interiores donde las personas interactúan vocalmente, como hablar, cantar o animar, pueden aumentar el riesgo de contraer el virus.
Con la inmunidad colectiva sostenible específica del entorno lograda debido a la alta población de vacunados con refuerzos (79 por ciento a partir del 22 de agosto), el riesgo de transmisión de COVID-19 en entornos interiores se ha reducido significativamente.
En consecuencia, también se reduce la probabilidad de que un individuo susceptible (que no ha sido infectado ni vacunado) esté expuesto en interiores.
Con herramientas de detección altamente accesibles y disponibles, como los kits de pruebas rápidas de antígenos, así como un alto cumplimiento de las pruebas voluntarias y el autoaislamiento en nuestra comunidad al dar positivo, la probabilidad de que una persona susceptible esté expuesta en el interior será aún menor.
