Los trabajadores tecnológicos con experiencia en infocomunicación, ingeniería o sistemas de información pueden mejorar sus perspectivas adquiriendo habilidades en ciberseguridad forense, seguridad de redes o inteligencia de amenazas, entre otros.
Las empresas tampoco deben aislar sus operaciones de seguridad; de hecho, deben alinearlas con sus objetivos comerciales. La ciberseguridad no es solo el trabajo del departamento de TI: la higiene cibernética es parte de la responsabilidad de cada empleado.
Además, las empresas también deben desarrollar un programa de capacitación en seguridad cibernética, incorporar la seguridad cibernética en los roles laborales y realizar capacitaciones periódicas de concientización.
Esto también implica desarrollar políticas y procedimientos para garantizar que los empleados sigan las mejores prácticas para proteger los activos de información de la empresa. Solo entonces las empresas pueden reducir sus riesgos y mejorar su postura general de ciberseguridad.
A pesar de las nubes oscuras recientes sobre la industria tecnológica, hay muchas oportunidades en ciberseguridad. Las empresas que tradicionalmente no se consideran empresas de tecnología, como bancos, atención médica, energía y servicios públicos, buscan profundizar sus capacidades digitales.
Los profesionales tecnológicos recientemente despedidos o los trabajadores tecnológicos preocupados por la seguridad laboral en medio de una perspectiva económica incierta podrían considerar un cambio.
Adam Judd es vicepresidente sénior de ventas para Asia Pacífico, China y Japón, F5 Inc, con sede en Singapur.
