Redacción
Por su responsabilidad en homicidio doloso de César Augusto Prieto Vanegas, el Juzgado Tercero Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Tunja (primera instancia) condenó a Jorge Luis Acuña Rache a 18 años y 1 mes de prisión. Este resultado se da en menos de tres meses de investigaciones.
«Esta sentenciase da gracias al material probatorio recaudado por un fiscal de la Seccional Boyacá, y cuya contundencia permitió que el procesado aceptara su responsabilidad en el delito referido durante la audiencia de imputación», explicó el director Seccional de Fiscalias en Boyacá, Sergio Castellanos Mantilla.
Según se logró determinar, días antes del crimen víctima y victimario habrían sostenido un altercado debido a que el animal de compañía de Prieto Vanegas atacara a la progenitora de Acuña Rache.
Ante esto el agresor le reclamó a la víctima, quien no se disculpó por lo sucedido; tal como lo exigía el hoy sentenciado.
La suma de estos hechos hizo que el pasado 5 de marzo; Acuña Rache se dirigiera a la vivienda de Prieto, ubicada en el barrio El Poblado de Tunja, donde atacó el vehículo de este; agresión que continuó contra Prieto a quien hirió en repetidas oportunidades con un arma corto punzante.
Los procedimientos de captura del agresor estuvieron a cargo de la Policía de Tunja, desde el día del asesinato.
Esta decisión judicial se da a tan solo tres meses de que la justicia conociera del caso y emprendiera las investigaciones.
Aunque las víctimas reconocen un alivio al conocer la rápida condena, señalaron que varias actuaciones de la fiscalía, les deja un sinsabor.
“Por ejemplo, el caso fue imputado como un delito de homicidio simple, pese a que todo lo recopilado en términos de material probatorio y circunstancial, conducía y daba para que el caso fuera tipificado, y por supuesto al agresor se le hubiera imputado el delito de homicidio agravado, para una decisión condenatoria más acertada”, explicó en Caracol Radio la abogada de las víctimas, Laura Gómez.
Concluyó la defensa que “tampoco vimos una disposición frente al apoyo del ente acusador, para que el victimario fuera a prisión desde el principio, y se le permitió que este permaneciera gran parte del proceso, antes de la sentencia condenatoria, bajo detención domiciliaria, junto a las víctimas. Y como si fuera poco, la fiscalía quería solicitar que se le impusiera al hoy condenado, una pena dentro del mínimo condenatorio, algo que no provoca inconformismo legal e inconformismo de la familia”.
