Redacción
Desde este lunes y hasta el próximo 16 de junio, el Congreso de la República empezará el segundo periodo de sesiones ordinarias (el primero comenzó el 20 de julio pasado y terminó este 16 de diciembre).
Sin lugar a dudas, esta etapa en la Corporación será bastante particular, no solo porque se llevará a cabo en medio del escándalo de la ‘Ñeñepolítica’ y de la pandemia del coronavirus —que podría parar la actividad legislativa—, sino porque parece ser un periodo ideal para el presidente Iván Duque, que luego de un año y medio de gobierno por fin logró tener las mayorías en el Congreso que, en teoría, le permitirán sacar adelante una ambiciosa agenda de proyectos de ley y reformas constitucionales.
Los motivos parecen ser suficientes: la coalición de Gobierno —conformada por los partidos Centro Democrático, Conservador, Mira, Colombia Justa Libres y una fracción de la bancada de la U— se fortaleció con la llegada de Cambio Radical y el realinderamiento de varios congresistas de la U.
Así las cosas, ahora la coalición de Gobierno en el Senado y la Cámara de Representantes estaría por el orden del 70%.
El Congreso de Colombia está conformado por 108 senadores y 171 representantes a la Cámara, en el que cada uno, dentro de sus respectivas comisiones, tiene igualdad de poder y de responsabilidad.
Sin embargo, de acuerdo al analista político John Mario González, pese a que el Gobierno amplió su bancada en el Congreso, tiene dos grandes problemas. El primero es que “aún no sabe realmente cuál es la agenda que va a radicar en el Legislativo y, el segundo, es que cada vez está más debilitado políticamente”.
“Lo que ocurre es que en Colombia no hay partidos políticos que decidan de una manera unificada su voto en el Congreso, sino que son muy fragmentados. Entonces, para uno poder asegurar que la agenda legislativa no tenga traspiés, el Gobierno debería, más allá de tener una coalición medianamente robusta, contar con favorabilidad popular, en especial, para el trámite de proyectos que requieren un gran músculo político”, explica González.
Por su parte, el politólogo Fernando Giraldo señala que el presidente Duque tiene un problema “y es que quiere hacer una coalición de Gobierno para sacar las iniciativas de su partido, que es el Centro Democrático”.
“Entonces, las demás bancadas que llegan a la coalición se resienten porque sienten que sus proyectos e ideas no necesariamente son acogidos de la misma manera que las del Centro Democrático”, explica Giraldo.
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Una coalición fracturada
En el caso del Partido Cambio Radical, aún ronda la duda de si en los próximos días dejará su condición de independiente para volverse partido de Gobierno. La hipótesis está sustentada en la llegada al gabinete presidencial del ministro de Salud, Fernando Ruiz, cuota de esa bancada y amigo del excandidato presidencial Germán Vargas Lleras, líder de la misma.
El otro que sí se mantendrá en la independencia es el Partido Liberal, mientras que la oposición la seguirán liderando los partidos Alianza Verde, Polo Democrático, Farc y Colombia Humana.
La condición de independiente de Cambio Radical, por ahora, no le preocupa a la ministra del Interior, Alicia Arango, quien sostiene que hay voluntad de trabajo mancomunado de ese partido con el Gobierno.
“Hemos venido hablando con ellos, hasta ahora están trabajando una reforma a la salud y nosotros como Gobierno queremos apoyarla. Este lunes vamos a tener una reunión con ellos. El tema con Cambio Radical está bien y no ha habido ningún tropiezo, todas las ganas de que ojalá llegue al Gobierno”, señala Arango.
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Ese optimismo sobre lo que será el periodo de sesiones que comienza este lunes, también lo expresa el senador del Centro Democrático, John Hárold Suárez.
“Se tiene un cambio total. Había incertidumbre porque no se tenía precisión de tener una coalición de Gobierno como en cualquier lado. El presidente Duque no la había hecho, pero ahora sí la tiene, se cuenta con más partidos y, además, con Cambio Radical se da más tranquilidad política legislativa. Con las mayorías se gobierna”, sostiene Suárez.
El senador del Partido Conservador Juan Diego Gómez, si bien había sido algo crítico con varias de las ejecuciones de la administración Duque, ahora considera que se logró una coalición más fuerte.
“Las mayorías ya se ven más claras para el Gobierno y la agenda legislativa se podrá discutir de manera más tranquila y segura para el mismo”, dice Gómez.
Desde de la independencia, el representante liberal Alejandro Carlos Chacón asegura con respecto a los militantes de Cambio Radical que “si están tan entregados como lo dicen los medios y tienen reconocimiento real, por lo que el Presidente los acompañó en el trabajo que tienen en la política pública de salud, deben jugar con bastante decisión, así sigan de independientes”.
Sobre los liberales, Chacón también manifiesta que seguirán independientes, aunque reconoce que hay “muchas personas (congresistas) que han venido ayudando al Gobierno y que también el Partido lo apoya en algunos proyectos”.
“Pero, en mi caso, me mantendré crítico en algunos temas como la reforma pensional o el trabajo por horas”, agrega Chacón.
Entre tanto, en el Partido de la U hay algunos sectores que no se sienten plenamente identificados con el Gobierno, pese a que ya tienen el Ministerio de Trabajo en cabeza de Ángel Custodio Cabrera. Sin embargo, una fuente de esa bancada, que pidió omitir su nombre, asegura que, si bien este funcionario es amigo personal del Presidente, su nombramiento no fue consultado con la bancada, “por lo que no tiene el respaldo de la mayoría” de sus miembros.
“Desde hace más de un año hay una división en el Partido de la U entre el sector de senadores costeños, que decidieron proclamarse gobiernistas; y una minoría de senadores del interior del país, incluyendo la bancada vallecaucana, que se declararon independientes”, dice la misma fuente.
Agrega que esa fractura se mantiene hoy en día y se agudizó a raíz de la fallida aspiración de la exgobernadora del Valle Dilian Francisca Toro al Ministerio de Salud, “porque el Gobierno, claramente, le ofreció esa posibilidad y después la dejó como a las novias alborotadas, y ese desplante cayó muy mal al interior de la U porque ella es una dirigente muy importante”.
Para evitar la propagación del coronavirus, el Congreso anunció varias medidas para las sesiones que empiezan hoy, una de ellas, es que los recintos del Senado y la Cámara de Representantes, solo podrán ingresar los congresistas y los funcionarios necesarios para la labor funcional de las plenarias.
No obstante, si bien el senador Roy Barreras, integrante de esa bancada, reconoce que dentro de ella hay sectores gobiernistas y otros que “nos mantenemos en la independencia”, aseguró que “todos los demás partidos van a llegar a esta legislatura con profundas fracturas, lo que significa que el Presidente tendrá una muy frágil gobernabilidad”.
Y es que las voces de malestar contra el Gobierno también provienen de algunos sectores de los partidos Centro Democrático y Conservador. De hecho, algunos de los miembros de esta última bancada consideran que el Ministerio de Agricultura, en el que se nombró a Rodolfo Zea como titular, no se lo dieron al partido, sino a unos pocos.
Entre tanto, dentro del Centro Democrático, el politólogo Fernando Giraldo explica que el Presidente aún no logra tener el respaldo completo de muchos de sus miembros y dirigentes “porque algunos son muy ortodoxos y no se ven representados en Duque, ya lo consideran demasiado moderado”.
“No obstante, esa bancada la puede unificar el senador Álvaro Uribe Vélez, en el caso de que él sea el que lidere directamente todo el trámite de proyectos del Centro Democrático en el Congreso”, indica Giraldo.
Por último, el analista asegura que otro tema que va a afectar la coalición de Gobierno es el escándalo de la ‘Ñeñepolítica’, específicamente en los partidos de la U y Cambio Radical, que están interesados en la competencia presidencial dentro dos años, y que ya tienen precandidatos.
“Estas bancadas sienten que, de pronto, van a terminar ensuciándose con esa mala reputación y desprestigio que tiene el Gobierno. Germán Vargas Lleras, por ejemplo, que estaba buscando tener ese fuerza al lado del Centro Democrático para una eventual candidatura, tendrá que distanciarse del Gobierno en su momento. Mejor dicho, yo calculo que la coalición con Cambio Radical no va a durar un año y se va a terminar apenas empiece la campaña presidencial”, remata Giraldo.
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Agenda legislativa
En la agenda legislativa de este segundo periodo de sesiones ordinarias en el Congreso hay, de entrada, tres reformas constitucionales que están en la mitad de su discusión y a la falta de cuatro debates.
La primera reforma, y de mayor interés para el Gobierno, es la que busca imponer en Colombia la prisión perpetua para violadores y asesinos de menores de edad.
La segunda reforma constitucional tiene como fin permitir que Bogotá y Cundinamarca puedan crear la llamada Región Metropolitana, lo que les permitirá una mejor operación administrativa en varios proyectos.
La tercer reforma busca la organización, funcionamiento, protección cultural, étnica y ambiental de los departamentos de Vaupés, Putumayo, Caquetá, Guainía, Amazonas y Guaviare.
Una reforma más, que se radicará la otra semana, es la de justicia.
