En más de 26.000 de hectáreas en el país, Corficolombiana invierte en agroindustria $500.000 millones. La Corporación cultiva de manera tecnificada y sostenible algodón, arroz, maíz, palma, caucho, cultivos semestrales y otros.
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En el renglón de la agroindustria genera 1.800 empleos distribuidos en los departamentos de Cundinamarca, Meta y Tolima, a través de sus filiales Mavalle, Unipalma y Pajonales.
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En el caso de esta última, la organización tiene cinco líneas de producción: el negocio de agricultura (con cultivos semestrales), el de semillas de arroz, el de bioinsumos, así como ganadería y piscicultura. En agricultura se enfocan en la producción de los cultivos de arroz, algodón, maíz y heno.
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Durante el año anterior en el Tolima, Pajonales registró un buen comportamiento con el cultivo de arroz, logrando cosechar 2.991 hectáreas. Asimismo, incrementó en 16% el rendimiento de algodón-semilla por hectárea respecto a 2018, obteniendo así el primer lugar en productividad de esta fibra en los departamentos de Tolima y Huila, y el segundo lugar en el interior del país.
De otra parte, con Mavalle tiene sembradas más de 10.000 hectáreas en el Meta, de las cuales 4.600 están en plena producción de caucho. De esta manera, lograron vender 5.999 toneladas del material durante 2019, 57% más que en 2018.
Con este cultivo ha transformado en los últimos 10 años la altillanura con el desarrollo del más importante complejo agroindustrial de caucho natural, el cual sustituye de manera sostenible el sintético derivado del petróleo, convirtiendo actividades de ganadería extensiva con negativos efectos medioambientales en un formidable bosque de árboles de caucho que oxigena la atmósfera.
Por último, a través de Unipalma, la compañía tiene sembradas 4.343 hectáreas de palma para la extracción de aceite. Este trabajo Corficolombiana lo complementa con un acompañamiento social para las zonas de influencia como gestión ambiental de residuos, ahorro y uso eficiente del agua, sensibilización en temas ambientales, protección de cuencas hídricas.
Así, la primera fase de su proyecto de caucho logró emitir certificados de reducción de emisiones representados en 321.236 toneladas de CO2.
Solo en el sur del Tolima reforestaron 120.000 metros cuadrados de bosque natural, sumado a la protección de 200 hectáreas de bosque no intervenido en cuencas hidrográficas.