Pese a algunos problemas técnicos y logísticos que se vieron al principio, la plenaria de la Cámara de Representantes sesionó este martes de manera virtual y logró que 170 congresistas, desde todos los departamentos del país, se conectaran con la reunión.
Al igual que lo hizo el Senado el pasado lunes, el pleno de esta corporación también consiguió que prácticamente todos sus miembros estuvieran presentes desde sus regiones, un reto mayúsculo si se tienen en cuenta los problemas de conectividad que hay en algunos lugares del país.
La única que faltó fue la representante uribista Margarita Restrepo, quien se excusó por problemas de salud.
De esto dio cuenta el presidente de la Cámara, Carlos Cuenca, quien fue el único que estuvo en el Salón Elíptico, recinto habitual de la Cámara, en el Capitolio. Allí lo acompañó el subsecretario de la corporación y guardaron, entre ellos dos, al menos dos metros de distancia.
El resto de los representante se conectaron desde sus regiones a través de la plataforma G-Suite, un software que la Cámara compró hace algunos años y que fue adecuado para estas sesiones virtuales.
La herramienta permitió, además, que hubiera un chat en el cual cada legislador iba escribiendo el respectivo “pido la palabra”.
Sobre las 3 de la tarde comenzó el llamado a lista, el cual tardó 54 minutos. Esto obedeció al alto número de congresistas que tiene esta corporación –172– y a algunos inconvenientes técnicos.
Durante esos minutos, la Secretaría de la Cámara llamó uno por uno a los representantes, quienes debían responder diciendo su nombre completo y pronunciando la palabra “presente”.
Los problemas de conectividad que se vieron durante esos minutos provocaron que congresistas como Luciano Grisales (Liberal) y Nicolás Echeverry (Conservador), entre otros, no pudieran contestar el primer registro. Luego de unos minutos lograron conectarse con la plenaria.
Incluso, el representante a la Cámara por San Andrés, Jorge Méndez, tuvo que ir hasta la sede de la Policía en la isla para estar en la reunión.
De estos tropiezos no se salvó ni el secretario de la Cámara, Jorge Humberto Mantilla, quien quedó fuera del aire temporalmente mientras pedía el registro de los representantes. “Alguien que le preste internet al secretario”, dijo alguno, mientras que otro le reclamó al presidente de la corporación: “Cuenca, tenemos que tener un plan B para cuando se vaya el secretario”.
Este hecho y el extenso tiempo que se demoró el llamado a lista de los presentes fueron una oportunidad para que algunos representantes, como los liberales Édgar Gómez y Juan Carlos Losada, propusieran que se implementaran otros mecanismos para este tipo de pasos.De hecho, la votación del orden del día se realizó de manera desordenada. Todos los representantes comenzaron a decir “aprobado” y sus manifestaciones se confundieron unas con otras.
La otra característica de la sesión de este martes fue el alto volumen de quejas y peticiones que hicieron varios representantes desde sus departamentos al Gobierno Nacional.
Algunos hablaron de la falta de recursos para los hospitales; otros, de la afectación de la crisis en el turismo; algunos más pidieron mayor vigilancia de los entes de control a las ayudas que están entregando los departamentos, y también hubo quienes resaltaron el hambre en varios municipios.
Unos pocos se refirieron a las medidas que ha tomado el Gobierno Nacional para enfrentar la crisis por el coronavirus y sobre el control que el Congreso debe hacer a estas decisiones, lo cual debe suceder en las semanas por venir.
Aunque la sesión tuvo varios sobresaltos y reclamos de algunos representantes a la Mesa Directiva de la Cámara por el procedimiento que estaba utilizando, lo cierto es que se logró que 170 legisladores, varios desde lugares remotos, pudieran conectarse y probar lo que es reunirse virtualmente con sus compañeros.
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