Coronavirus: consejos para que el carro no se dañe por estar detenido – Sectores – Economía



La semana que termina no fue la mejor para la industria del automóvil, una de las más dinámicas de la producción nacional. De forma paralela, mientras el covid-19 iba sumando nuevos infectados y el gobierno se veía obligado a decretar una cuarentena obligatoria hasta el 13 de abril, los motores se fueron apagando hasta quedar parados en sus garajes.

Y no solo fueron los motores. El rumor que comenzó a correr a principios de la pandemia sobre lo que podría ocurrir con las ensambladoras nacionales se materializó el martes, cuando Colmotores y Renault-Sofasa anunciaron la suspensión de sus actividades de producción de vehículos.

La primera retomaría sus labores de ensamblaje el próximo 13 abril de manera tentativa. El cierre de la planta de Sofasa-Renault hace parte de una decisión general de Renault para América Latina hasta nuevo aviso que afecta sus sedes de Santa Isabel (Córdoba, Argentina), Cormecánica (Los Andes, Chile) y las cuatro plantas en Curitiba (Brasil).

Ya sin producción a la vista. La segunda pisada al pedal del freno por cuenta del coronavirus fue la decisión del Ministerio de Transporte, a través del Decreto 482, de suspender todos los servicios de los organismos de tránsito del país durante el estado de emergencia. Hasta nueva orden no se podrán realizar matrículas ni traspasos.
Esto puso en ‘parking’ toda posibilidad de compra de vehículos nuevos y usados, a tal punto que los concesionarios cerraron sus vitrinas y solo dejaron abiertos los canales virtuales de comunicación y líneas telefónicas de atención a sus clientes.

Aunque es posible cotizar y hacer compras ‘on line’, e incluso transacciones entre personas en el caso de los usados, estas no se podrán concretar pues no hay forma de tramitar los traspasos y matrículas. Mediante el mismo Decreto, durante la emergencia “no serán exigibles” la licencia de conducción ni la revisión técnico mecánica cuya vigencia expire.

La Secretaría de Movilidad en Bogotá suspendió los términos que tiene el ciudadano para comparecer ante las autoridades por la presunta violación de normas de tránsito.
La suspensión de términos incluye los procesos de acuerdos de pago, cursos pedagógicos e impugnaciones.

Esto será hasta el 1 de abril, pero es muy probable que ese plazo se extienda hasta el 13 de abril. A quienes les hayan impuesto un comparendo no perderán los beneficios. En el caso de los vehículos inmovilizados, el propietario podrá acercarse al Supercade de Movilidad (calle 13 # 37 -35) y adelantar su trámite para la devolución de este, pagando el valor que corresponda a parqueaderos y grúas. El curso pedagógica y el pago de la multa quedan aplazados.

Para evitar aglomeraciones, cada día se entregarán 150 turnos para recuperar vehículos inmovilizados. La Secretaría de Movilidad no prestará ningún servicio en los puntos de la Red CADE, a excepción, de salidas por inmovilización en Calle 13 y Fontibón.

Ya pasando a cosas más terrenales para los dueños de vehículos y teniendo en cuenta que al parecer el coronavirus ‘no deja títere con cabeza’, a continuación el director de la revista Motor, José Clopatofsky les da consejos muy útiles para que proteja su carro en esta cuarentena ahora que deberá estar guardado en su garaje.

Diría que, en principio no hace falta. Es mejor evitarse sorpresas porque cuando se corta la energía del carro se pueden desprogramar muchas funciones como los ajustes del radio y en general de todo el sistema de audio, las memorias de los asientos, las alarmas, los códigos de acceso cuando los hay y otros servicios que dependen de que la batería genere una pequeñísima dosis de energía para mantenerlos despiertos. Además no es descartable que algunos circuitos del complejo entramado electrónico se rebelen.

La batería se descarga diariamente a una rata de un 0.24% de su capacidad, luego debe soportar muchos días con suficiente reserva.

De todas maneras, si la pila en los últimos días ha mostrado flaquezas al momento de encender el motor y usted no está seguro de su vitalidad, entonces vale la pena tomar dos previsiones: desconectarla y, sobre todo, tener a la mano unos cables de iniciar porque puede llegar el momento en que no haya la suficiente electricidad para que active el vehículo.

Desconectarla no es tarea complicada pero tenga cuidado con golpear los bornes y no tratar de aflojar el terminal haciéndole fuerzas laterales que pueden torcer el poste que va anclado en el fondo de las baterías y se puede romper colapsándolas de por vida. Girarlo ligeramente es suficiente.

Cualquier borne que desconecte aísla la batería pero lo usual es soltar el negativo que podría identificar si no está seguro del cableado, no tiene señales o no hay colores en los terminales y bornes, porque este es más delgado que el positivo.

Es mejor jugar con el negativo porque muchas veces las baterías están en sitios de difícil acceso y al aflojar las tuercas y manipular las herramientas es muy evidente tocar la carrocería y si se trata del positivo, entonces viene un chispazo monumental porque hace masa y se cierra el circuito vivo.

No lo va a electrocutar pero sí puede causar males en el carro, en la herramienta y un susto adicional que no conviene en estos días. Nunca deje herramientas sueltas encima de la batería.

Si nota chispas muy ligeras cuando suelta el borne, vuelva a tocar con el cable el poste original y si esto se repite quiere decir que en los circuitos del carro hay algún consumo leve, como una luz interior que se queda encendida y cosas parecidas. Revise bien esto porque si algo drena la batería, en esas condiciones de quietud llegará el momento cuando esta se muere.

Finalmente, al reconectar aproveche la oportunidad para limpiar bien el borne y el terminal con una lija suave, si tiene, o en su defecto con bicarbonato diluido en agua y si está en este ejercicio, pues aproveche y limpie ambos contactos.

Mecánicamente no hay ninguna razón que amerite hacerlo y menos por un tiempo de detención tan corto así nos parezcan eternos 20 días de parada. Es usual que un carro este quieto, por ejemplo, en patios de las fábricas, en barcos, en aduanas, en concesionarios esperando postor, etc., pueden ser meses y hasta años a tal punto que de pronto encontramos en vitrinas modelos 2018 nuevos.

La única relativa justificación para esos encendidos caseros es recuperar un poquito la carga de la batería que baja cotidianamente aunque a una rata mínima y que toma mucho tiempo en desocuparse.

Mecánicamente la encendida en el garaje solo genera males en el motor. El encendido en frío es un momento en el cual confluyen muchos enemigos del ambiente y de la máquina y es por eso que siempre recomendamos encender, esperar a que se apaguen los testigos del tablero y salir a la calle.

Eso es imperativo así mucha gente no lo asuma y se quede en la vieja costumbre de dejar el carro calentando. Esto es de lo peor que puede hacer.

Las razones son varias. Cuando se va a prender el motor frío hay un sensor que le informa al computador la situación de temperatura que requiere durante algún tiempo el aporte de más cantidad de gasolina para iniciar el encendido.

Si su carro no tiene esos sistemas sensores y es de la vieja guardia, el sistema es usted mismo que dispone de una guaya para operar el ‘choke’ del carburador que cumple esa función.

Pero sin la sensibilidad ni precisión, por lo cual siempre se abusa de la cantidad de gasolina y del tiempo de descarga de más combustible -ACPM también si es Diesel- porque el motor falla mucho y es inestable, lo cual no sucede cuando está el computador de por medio que muy rápido estabiliza el motor calibrando la mezcla a cada segundo de cambio de calor.

Si deja prendido el motor en esa condición, es peor y más si es en marcha mínima porque el flujo de aceite es bajo y la máquina se puede demorar 10 o más minutos en llegar a su calor ideal trabajando en malas condiciones.

Otra son los perjuicios ambientales. Todo ese exceso de gasolina son emisiones muy malas y más si las despide en el confinamiento de su garaje que eventualmente pueden estar cerca de su sala, comedor y alcobas. Pero hay más: el catalizador que debe minimizar y controlar los gases no trabaja frío y toma un tiempo para que sus agentes químicos reaccionen y los limpien.

Un tercer factor, es la creación de mugre y carbón y la residuos en el aceite que llevan a la formación de lodos. Si el motor está bien, no hace falta prenderlo para comprobarlo y si está mal de afinación, lo peor que puede hacer es ponerlo en marcha porque se aumentan todos esos males citados.

De todas maneras, digamos que prenderlo una vez a la semana, es pecado venial para tranquilidad mecánica de la conciencia. En ese caso, encienda y mantenga el motor en un buen número de revoluciones, una vez el bombillo de la lubricación se apaga y da el visto bueno.

A unas 2000 rpm estaría bien y cinco minutos bastan. Si por suma de defectos la batería se muere, el recurso correcto son unos cables de iniciar y recuperar la pila luego con una carga lenta de al menos 24 horas en algún servicio técnico. Nada más.
O mejor espere a cuando deba -o pueda- sacar el carro y hace todo el operativo y lo usa por lo menos durante una media hora para que, además se cumplan otros procesos de organizar el aceite, evitar lodos, carbones, etc. (Próximo tema en este espacio)
Por lo tanto, salvo por distracción y el pretexto de hacer algo técnico en estos días, mejor dedíquele un rato a la “mecánica de trapo” e higiene del carro antes de meterse con la corriente y los fierros.

REDACCIÓN VEHÍCULOS



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