José Antonio Bastos, médico y especialista en medicina familiar y enfermedades tropicales, ha trabajado durante más de 20 años en asistencia médica en contextos de conflicto y violencia; actualmente coordina el programa de salud de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia, y en entrevista con EL TIEMPO explicó que la pandemia ha traído nuevas preocupaciones, como las crecientes agresiones a la misión médica y al personal de salud que atienden la pandemia de covid-19.
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¿Qué radiografía hay de la situación de la misión médica en Colombia?
En 2019 tuvimos 218 eventos contra la misión médica según el registro del Ministerio de Salud, que supone un récord histórico. En 2020, en esta primera mitad, el Ministerio de Salud ha reportado un aumento en torno al 20 por ciento de casos, el registro oficial son 91 eventos, en el CICR tenemos registrados 125 hasta mayo. Si continúa así, pensamos que al final de este año podría haber unos 300 eventos contra la misión médica, que es muchísimo.
En términos cualitativos hemos visto un gran aumento de los incidentes en los que los perpetradores son miembros de la comunidad o grupos criminales, y esto es nuevo, aunque se suma al patrón tradicional de eventos por parte de grupos armados. Y en 2020, con la llegada de la pandemia, hay nuevos eventos relacionados con la covid-19 que nos preocupan.
En el CICR tenemos registrados 125 eventos contra la misión médica, hasta mayo. Si continúa así, pensamos que al final de este año podría haber unos 300, que es muchísimo
¿Esos cuáles son?
El primero son los bloqueos a la circulación de ambulancias, de insumos médicos, de pacientes, de médicos y de personal de salud por una interpretación de las restricciones de circulación por el coronavirus.
El segundo incidente, que nos parece más alarmante, es la estigmatización de los profesionales de la salud y el aumento importante de amenazas y agresiones. Se empieza a ver una cantidad alarmante de dimisiones, entonces vamos a enfrentar el pico de la pandemia, que aún no ha llegado, con una poca capacidad del personal de salud porque las comunidades están agrediendo y amenazándolos y tienen que dimitir.
El tercer tipo son las violaciones de la confidencialidad de la identidad de los pacientes de coronavirus que resultan en agresiones y amenazas de las comunidades. Estas personas tienen todo el derecho a que se les guarde la confidencialidad por su situación, mucho más cuando puede acabar en una situación peligrosa.
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¿Cómo piensan enfrentar estas preocupaciones?
En este momento estamos pensando, junto con la Cruz Roja Colombiana y el apoyo del Minsalud, hacer iniciativas de información y concientización pública intensificadas. Pensamos que para la amenaza que suponen la estigmatización y la exclusión se requiere un esfuerzo mayor, enfocado al respeto por el personal de salud, por su trabajo y por los pacientes.
¿Les preocupa alguna zona específica del país?
Destaca Norte de Santander, Valle del Cauca y Nariño, que históricamente han sido las zonas donde ha habido incidentes repetidos contra la misión médica, pero el año pasado había áreas geográficas mucho más claras, en este momento la estigmatización del personal de salud están sucediendo en todo el territorio nacional.
Se empieza a ver una cantidad alarmante de dimisiones (…) vamos a enfrentar el pico de la pandemia con poca capacidad del personal de salud porque las comunidades están agrediendo y amenazándolos
¿Cuáles son los mayores agresores de la misión?
El año pasado, en el 56 por ciento de los eventos contra misión médica, los presuntos responsables fueron familiares, miembros de la comunidad o incluso pacientes. Y la otra mitad estuvo entre grupos criminales, grupos armados organizados y Fuerza Pública.
En este año, de los 125 casos que teníamos registrados hasta mayo, 54 son completamente relacionados con el coronavirus; y tenemos una proporción mucho mayor de casos en los que los grupos armados organizados serían los presuntos responsables, en una proporción un poco menor fueron casos de grupos criminales, y otros de Fuerza Pública.
¿Cree que las medidas del país de cara a la pandemia han sido suficientes?
Creo que hay un reto importante en ir adaptando las medidas a todo el conocimiento nuevo sobre coronavirus, desgraciadamente la medida más simple, que sería mantener una cuarentena a fondo, es completamente inviable, y lo digo por razones de la economía nacional y luego por la salud mental.
De otro lado, medidas que tienden a amenazar y estigmatizar a pacientes de coronavirus solo hacen que estos no quieran reportar y contagien más. Hemos visto que hay medidas aplicadas por autoridades locales de exigir un test para poder circular, y pensamos que es una medida errónea, un test no es la única ni la mejor manera de asegurar que alguien tiene coronavirus.
El reto está en encontrar un equilibrio que disminuya la interacción entre personas, pero que no restrinja el movimiento y la circulación de una vida económica normal.
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¿Qué llamado hacen a las comunidades?
Lo primero, que los médicos y profesionales de la misión médica somos seres humanos normales, es un grupo de profesionales muy dedicado a hacer lo mejor por otros seres humanos y se merecen todo el respeto y el apoyo. En segundo lugar, para la prevención del coronavirus, lo más importante es lavarse las manos regularmente, no tocarse la cara y los ojos, mantener los dos metros de distancia y, aparte de eso, no dejarse llevar por pensamientos irracionales.
LORENA MUNAR RODRÍGUEZ
Redacción Justicia
En Twitter: @LorenaMunar2
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