Para este año, antes del auge de la emergencia por el coronavirus, la capital del país esperaba que el número de turistas durante Semana Santa aumentara en un 6,3% con respecto al 2019. De acuerdo con las proyecciones del Instituto Distrital de Turismo (IDT) la meta era recibir a 322.715 visitantes para esta temporada.
El sector turístico de Bogotá, constituido por más de 5.000 empresas formales de establecimientos de alojamiento, agencias de viajes, restaurantes, gastrobares, transporte turístico y guías, entre otros, recibió el año pasado a 303.590 turistas en esta temporada que dejaron ingresos por US$35 millones. La meta para este año, teniendo en cuenta el conjunto de eventos de turismo religioso celebrados en la ciudad, era de US$40 millones.
Si se toma en cuenta un periodo que va del 22 de marzo al 22 de abril, que coincide con el tiempo de las restricciones de vuelos decretas por el Gobierno, las estimaciones de recepción de viajeros por vía aérea eran de 710.000 visitantes de los cuales el 80,3% correspondía a turistas nacionales y el 19,7% a personas extranjeras.
“El sector turístico es el más afectado y que requiere el apoyo de todos, dado los puestos de trabajo en peligro que tiene la cadena de valor”, asegura Karol Fajardo, directora del IDT. Y es que, según los datos de la entidad, cerca de 500.000 empleos estarían afectados por la situación y la cifra ascendería al millón de puestos de trabajo en riesgo si se tiene en cuenta el conjunto de empleos que muévela industria de producción de eventos y espectáculos.
TURISMO DE REUNIONES
Según cifras de Cotelco ya van más de 200 eventos cancelados por la cuarentena en el país, una suma que arroja pérdidas estimadas en los $5.000 millones de pesos en esta industria.
Sin embargo, en el gran conjunto de turismo de reuniones y espectáculos representado en alrededor de 21.000 empleos a través de 550 empresas directas y 1.456 empresas y personas naturales, ya tendría una afectación de $210.000 millones que se estarían dejando de recibir.
“Nosotros estamos en coordinación con el cluster de reuniones de turismo MICE de la Cámara de Comercio, con el Bureau de Convenciones de Bogotá y con Procolombia trabajando conjuntamente para que la industria también esté preparada para recibir estos grandes eventos”, resaltó Fajardo refiriéndose a las estrategias adelantadas por el Distrito para la futura recuperación del sector.
Además, destacó que para este segmento ya se tienen adelantadas dos ayudas. La primera es la línea de créditos ‘Colombia Responde’, anunciada a mediados de marzo por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Bancóldex con $250.000 millones dispuestos para los sectores de espectáculos, aviación y hotelería; y la segunda, es “la articulación de sus capacidades instaladas para ser proveedores de distintos programas de la Alcaldía, en caso de que la emergencia se agrande muchísimo más”.
Cabe resaltar que el 53% de los empleados asociados a esta industria son empleados indirectos y el 46,9% son personal directo; y que, el promedio salarial que representa esta nómina agregada es de $22.689 millones.
LA ESTRATEGIA DEL DISTRITO
Para calcular el impacto y establecer la hoja de ruta a seguir para la recuperación del sector se estableció el Consejo de Turismo Covid-19, que cuenta con la representación de 13 gremios del sector, de empresarios, de entidades del Distrito y entidades nacionales como Procolombia para manejar distintas solicitudes del sector.
Dentro de los bloques de trabajo de este Consejo se encuentra la revisión del acatamiento de medidas por parte de los empresarios en cuanto a los lineamientos tanto de la Alcaldía como del Gobierno; la medición constante de la información; y la articulación de medidas y solicitudes de cada uno de los sectores en cuanto a su afectación.
Asimismo, se está llevando a cabo un plan de recuperación que incluye la realización de alianzas con otros municipios de Cundinamarca para fomentar futuras visitas, el desarrollo de unos recorridos virtuales con guías durante esta temporada, y la oferta de 20 cursos en línea para personal turístico o la ciudadanía.
Por: María Camila Pérez Godoy
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